Alvaro Arenillas3 min lecturaAurélien Tchouameni no es el que era. Elogiado enormemente en los primeros compases de la temporada al cubrir realmente bien la baja de Casemiro –se marchó al Manchester United a cambio de 80 millones de euros–, el galo parecía destinado a dominar la parcela ancha por delante de la defensa durante muchos años en el Real Madrid. Se le veía fuerte, seguro, con determinación… y todo ello con tan solo 23 años.
En el club merengue creían haber encontrado a un futbolista perfecto para sus necesidades, pero como el fútbol no tiene memoria, tal impresión se ha caído por completo a la vuelta del Mundial de Qatar. Tchouameni, quien ha sido un fijo para Didier Deschamps, ha regresado de tal cita internacional repleto de dudas; ya no es que le falta energía sobre el verde, es que se le ve inseguro cada vez que tiene el balón en sus pies, lo cual no había ocurrido hasta la fecha.
Con ese escenario, el diario Sport señala que Carlo Ancelotti no está nada contento con su pupilo. El técnico italiano entiende que debería dar mucho más sobre el césped y se lo ha hecho saber. Así, en una charla personal, el entrenador le habría dado un toque de atención al medio, a quien ve en estos momentos muy lejos del jugador que prometía ser.
Lo cierto es que la mala racha del equipo tampoco le está ayudando. El Madrid lleva un tiempo sesteando y uno de los principales señalados por ello es justo Tchouameni. Además, su descenso de prestaciones coincide con el paso al frente de Eduardo Camavinga, quien de pronto se ha señalado como un fantástico recurso para jugar tanto por delante de la defensa como en el lateral izquierdo. Su polivalencia y potencia están enamorando a los aficionados… y a su entrenador, quien le ve en estos momentos por delante de su compatriota; tanto es así que ver a Tchouameni siendo un asiduo en el banquillo madridista estaría lejos de ser una sorpresa.
Las derrotas le señalan
Así es. Desde el regreso tras el mundial de Qatar el Real Madrid ha perdido dos veces fuera de casa, una ante el Villarreal y otra contra el Mallorca. En ambas ocasiones el mediocentro titular de los blancos era Tchouameni, quien ha quedado señalado por ello. En dichos partidos se vio superado por los rivales y no pudo controlar en momento alguno la parcela ancha. Tiene trabajo por delante para recuperar la confianza de Ancelotti.