El río de Brasil está sonando ya con demasiada fuerza y parece que la llegada de Carlo Ancelotti a su banquillo es cuestión de tiempo. Hasta ahora, el técnico del Real Madrid no ha ocultado su deseo por entrenar a dicho combinado nacional, al tiempo que ha recordado siempre que quiere cumplir su contrato con el club blanco, que finaliza en junio de 2024.
Pero ayer, tras el partido amistoso que la Canarinha disputó en Barcelona ante Guinea (4-1), el nombre del italiano volvió a ocupar las portadas de los medios. "La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) da por hecha la contratación del técnico Carlo Ancelotti, quien asumiría las riendas de la pentacampeona del mundo a partir de enero o junio"de 2024", informaba el grupo Globo.
Según el presentador de TV Globo, Luís Roberto, el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, pretende anunciar el supuesto acuerdo con el preparador italiano "a finales de este mes de junio".
Tras el adiós de Tite, que puso punto final a su trayectoria como seleccionador brasileño tras caer en cuartos de Mundial de Qatar 2022, la figura de Ancelotti saltó a la palestra. Hasta el propio Rodrigues llegó a admitir públicamente que el actual entrenador del Real Madrid era su "plan A" para sustituir a Tite.
Y pese a que tanto en las oficinas del Santiago Bernabéu como el propio protagonista ya han asegurado que seguirá al frente del barco merengue un año más, ayer todas las preguntas al combinado brasileño fueron en torno a dicho asunto.
El técnico interino Ramon Menezes confesó en la sala de rueda de prensa del RCDE Stadium de Cornellà-El Prat que desconocía cualquier tipo de acuerdo con él ante las incesantes preguntas de los periodistas: "Ya dije que se trata de un grandísimo entrenador. ¿Qué voy a decir de Ancelotti? Su carrera es maravillosa".
Asimismo, algunos jugadores como Lucas Paquetá o Marquinhos también fueron cuestionados en zona mixta sobre la posible llegada del actual entrenador madridista y todos ellos se encargaron de repartirle elogios al italiano.
Vestida de negro por primera vez en su historia, la selección brasileña goleó ayer sábado a la de Guinea por 4-1 en un amistoso jugado en España en el que el protagonista fue la lucha antirracista en apoyo al madridista Vinícius Júnior, quien marcó de penalti.
Joelinton, Rodrygo Goes y Éder Militao certificaron una victoria de la Canarinha cargada de gestos contra el racismo en el fútbol, en la que Vini cerró la goleada desde el punto de penalti en el RCDE Stadium de Cornellà-El Prat.
El triste episodio de Mestalla generó un revuelo internacional a partir del cual la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) puso en marcha la campaña "con racismo no hay partido".
Y la primera gran acción ha sido vestir de negro a la pentacampeona del mundo por primera vez en sus 109 años de historia durante la primera mitad del encuentro. En la segunda vistió la tradicional camiseta amarilla.
Aunque antes de que la pelota empezara a rodar hubo una nueva denuncia por parte de Felipe Silveira, amigo y asesor de Vinícius y quien acusó a un guardia de seguridad del RCDE Stadium de un grave ataque racista contra su persona.
Silveira, de raza negra, aseguró al portal Ge que al pasar por los tornos del estadio le revisó un guardia que, de repente, se sacó un plátano del bolsillo y le espetó: "Manos arriba, esta es mi pistola para ti".