El Real Madrid y, más concretamente, su guardameta, Thibaut Courtois, vivieron en el derbi ante el Atlético de Madrid una situación muy desagradable. Antes de llegar al minuto 70, justo después del gol de Militao que supuso el 0-1 para los de Carlo Ancelotti, se produjo un bochornoso lanzamiento de objetos por parte de varios individuos que se encontraban situados en el fondo sur del Metropolitano, provocando que el colegiado del encuentro, Busquets Ferrer, no haya dudado y tomado la decisión de suspender durante algunos minutos el enfrentamiento entre los dos cuadros más potentes de la capital de España.
El belga, que nunca ha sido bien recibido en el que fue su antiguo equipo, más, después de haber firmado por el Real Madrid, ha vivido, sin duda, uno de los partidos más difíciles de su carrera deportiva. Courtois, en el punto de mira por parte de algunos de los seguidores del Atlético de Madrid más radicales, celebró dirigiéndose directamente a la grada el tanto de Militao que supuso el 0-1 para los de Carlo Ancelotti. Sin duda, algo que encendió todavía más a estos seguidores, que no dudaron en lanzar todo tipo de objetos como mecheros.
No se quedaron con los intentos de agresión al meta del Real Madrid, ya que, durante la celebración de la diana de los eternos rivales del Atlético de Madrid, los aficionados realizaron algunos cánticos inaceptables hacia quien fue su jugador en una de sus etapas más brillantes, el primer ciclo del ‘Cholismo’. Tal y como pudo captar ‘Jugones’ de La Sexta, se pudo escuchar en el Metropolitano ‘Courtois, muérete’. Unos gritos despreciables y que deben ser condenados por unanimidad.
Con este caldo de cultivo, y los gestos que realizó el belga hacia la grada, comenzó la lluvia de objetos al terreno de juego. Bolsas, los mencionados mecheros o botellas de agua con tapón cayeron al césped, todo con el claro objetivo de tratar de agredir a una de las figuras más odiadas para los aficionados más radicales del Atlético de Madrid, quienes todavía no le perdonan sus formas ni su marcha al Real Madrid, el eterno rival.
Con esto, Busquets Ferrer, tras recoger algún objeto que le entregó Courtois, y, tras reunirse con los entrenadores y después de varios avisos de la megafonía del estadio, decidió que ya era suficiente y mandó a los dos equipos a los vestuarios, suspendiendo de forma temporal el partido. Todo, con el objetivo de esperar a que se rebajara la enorme tensión que planeaba sobre el ambiente, y, si se daban las condiciones, reanudar el choque, algo que, afortunadamente, se terminó produciendo.