Álvaro Palomo3 min lecturaEl Real Madrid necesita más que nunca a Jude Bellingham y el británico aprieta al máximo para no crear un serio problema a Ancelotti. La nueva estrella ha asumido galones esta semana y ha protagonizado un acelerón en la recuperación de su lesión en el hombro para llegar a tiempo al partido contra el Cádiz, que se disputa el domingo en el Nuevo Mirandilla a partir de las 18:15 horas.
El virus FIFA ha desarmado a blancos con las lesiones de alcance de Camavinga y de Vinicius, y perder también a Bellingham sería prácticamente un desastre, razón por la que se está empleando a fondo de cara a acortar plazos y lo cierto es que lo está consiguiendo. De hecho, después de varios entrenamientos que no puedo realizar a pleno rendimiento, el centrocampista completó la sesión de este jueves para tranquilidad de Ancelotti.
No obstante, esta presencia no garantiza su participación contra los amarillos, quedando todo a expensas de su evolución en las próximas horas, aunque, en estos momentos, reina el optimismo en los servicios médicos a tenor de la progresión del inglés.
Cabe recordar que Bellingham se hizo daño en el hombro en una caída contra el Rayo Vallecano y que se vio obligado a perderse los choques contra el Sporting de Braga en Champions y ante el Valencia en LaLiga. Acto seguido, la selección inglesa le obligó a viajar para pasar una revisión y certificar que realmente no se encontraba en condiciones de disputar los dos compromisos con el equipo nacional, corroborando que sufría una luxación en el hombro. El medio volvió a España y continuó con una recuperación que ha logrado acelerar en los últimos días.
Es verdad que hasta ahora el Real Madrid ha salido adelante en los tres partidos que ha faltado Bellingham, pero también que no ha coincidido con la ausencia de Vincius como ocurriría ahora, lo que dejaría el ataque del Real Madrid verdaderamente mermado. No en vano, se pierde la capacidad para desequilibrar del brasileño y la anotadora del británico, máximo goleador madridista con 13 goles. Sin ninguno de los dos, Ancelotti solo dispondría en ataque de Rodrygo, Brahim y Joselu, lo que, obviamente, limita sus posibilidades de cara a portería.
El Real Madrid ha tomado máximas precauciones con su estrella y no querido forzarlo en ningún momento, pues una lesión como la suya requiere reposo y paciencia, pero ahora la situación es límite y el futbolista ha apretado los dientes y quemado etapas a contrarreloj para vestirse de corto contra el Cádiz.