Aitor Torvisco6 min lecturaSuele colgarse el cartel de 'ganga' a todos esos futbolistas de primer nivel que terminan contrato y salen al mercado del coste cero, un reclamo muy poderoso que resulta aún más atractivo en este contexto de grave crisis mundial. Animados por esta supuesta oportunidad de mercado se interesaron el Real Betis y el Sevilla FC. No obstante, después de nueve años en el Real Madrid y a pesar de la clara línea descendente de los últimos cursos, Isco Alarcón no está de oferta, no sale a precio de saldo, ni nada parecido. Todo lo contrario, las cifras que pide Jorge Mendes asustan.
Aunque hasta ahora se había encargado su propio padre, los derechos de Isco este verano los representa el popular 'superagente' Jorge Mendes, quien está dejando petrificado a todo aquel club que se atreve a interesarse por las condiciones de un posible fichaje del ex del Real Madrid. El dinero no se mueve, los clubes no tienen nada fácil hacer grandes operaciones y nadie se atreve a asumir el pago de fichas astrónomicas como las que pide el de Arroyo de la Miel, ni siquiera aunque no haya que abonar traspaso por él.
La decisión de Isco de ponerlo todo en manos de Jorge Mendes ya indica su intención de buscar el que podría ser su último gran último contrato en la elite. A sus 30 años, viene de rondar los ocho millones de euros de salario en el Madrid; algo que sabe que no va a poder mantener. Desde hace meses, se intuye que Isco está dispuesto a rebajar esas cifras a la mitad y que deseo de seguir en LaLiga en un destino menos confortable para su familia; pero eso no se corresponde con las gestiones de Mendes.
Según publica hoy el diario El Mundo, la ficha que el exclusivo agente pide para Isco ronda los 6 millones de euros anuales. La AS Roma de José Mourinho, que incluso le llamó para intentar convencerle, es el equipo que más se ha acercado a esa asombrosa demanda, pero sigue quedándose lejos. Aún más escandalizados han quedado en el Sevilla FC y en el Real Betis, donde ni disponen de margen salarial suficiente ni están preparados a día de hoy para afrontar cargos de ese tipo, teniendo en cuenta que aún no han completado ese gran traspaso proyectado para este verano (con Koundé y Guido Rodríguez en todas las quinielas).
La respuesta de Monchi y de Cordón ha sido idéntica. Pulsar el botón de pausa y seguir esperando, confiando en el poder de atracción que tienen en Isco los entrenadores Julen Lopetegui, el seleccionador que más ha apostado por él en España, y Manuel Pellegrini, su impulsor en el Málaga CF cuando el centrocampista andaluz parecía haberse estancado en la cantera del Valencia CF y sin embargo irrupió en el fútbol de elite llegando a ganar el Golden Boy 2012 (premio al mejor futbolista europeo sub 21) y a fichar por todo un Real Madrid, donde ha ganado cinco veces la Champions entre otros muchos títulos.
El negocio prima para Jorge Mendes, como es habitual y cabe entender que para eso le llamó Isco. El 'superagente' portugués sigue en busca de ese último pelotazo, mientras el círculo de allegados del malagueño trata de apelar a su comodidad. En este sentido, con 30 años y después de perder 80 millones de valor de mercado (de 90 a 7,5, según Transfermarkt), lo que le recomiendan sus seres queridos es que vuelva a Andalucía y busque un equipo que le ofrezca la posibilidad de recuperar el protagonismo perdido. Además, de momento no está saliendo bien la táctica de su nuevo representante, ya que sigue sin ofertas firmes a falta de un mes para que empiece LaLiga 22/23.
En este sentido, como pudo saber ESTADIO Deportivo, durante sus vacaciones en Málaga y en ese tiempo libre que ha compartido con familiares y amigos de toda la vida, Isco ha escuchado como son muchas las voces que abogan por su regreso a Andalucía y, en concreto, que le presionan para que reedite aquella prolífica relación que mantuvo con Pellegrini en el Málaga CF.
"Vente al Betis", le dijeron muchos. No pocos le señalan a Nervión, donde creen que podría ser titular 'fácilmente'. Ambos le dan la oportunidad de jugar competición europea. No obstante, y pese a rechazar una propuesta ambiciosa de la Roma en pos de seguir en LaLiga, deberá bajar mucho sus expectativas económicas para verle vistiendo de verdiblanco o del blanquirrojo del Sevilla FC.