El Real Madrid logró soltar presión acumulada en el último choque previo al parón liguero, con triunfo del pasado domingo ante el Real Betis con estreno como bigoleador para Kylian Mbappé, tras un inicio desilusionante con dos empates y una victoria. Sin embargo, la alegría duró un suspiro. En cuestión de horas, tras una concatenación de malas noticias que han ido llegando en un goteo incesante, Carlo Ancelotti se ha quedado literalmente sin efectivos para el centro del campo y para la defensa de cara a la vuelta de la competición visitando el próximo sábado a la Real Sociedad. Pese a ello, el italiano recurre a su dilatada experiencia para poner mesura y calma en un momento de histeria colectiva. 'Carletto' asegura encontrar gasolina cuando más asfixiante resulta la presión. Le estimula. 'Cuanto peor, mejor'... que diría aquel.
La semana arrancó para el Real Madrid con un parte médico que anuncia una baja para dos meses de Dani Ceballos, lesionado de gravedad en su maltrecho tobillo; seguía, apenas unas horas después y de una en una, las informaciones que apuntaban el martes a que Ferland Mendy y Aurélien Tchouaméni se caían de la concentración de la selección de Francia por sendos problemas físicos que le obligaban a volver a la capital. Sin tregua alguna, el jueves sucedía lo mismo con Eder Militao, 'caído en combate' durante un entrenamiento de Brasil, y el viernes Arda Güler se veía obligado a pedir el cambio tras sufrir un duro golpe en el Gales-Turquía de la UEFA Nations League. Todo ello, ya con Jude Bellingham, Eduardo Camavinga y David Alaba en la enfermería.
Para colmo, diversas informaciones de los principales medios de comunicación madrileños apuntan a que Antonio Rüdiger lleva mucho tiempo forzando ante las bajas del equipo y está acumulando muchísimos partidos con una artrosis prematura en una de sus rodillas que le causa bastante dolor en los pospartidos y que hace aumentar bastante el riesgo de una lesión más seria. No acaba aquí la cosa. Para colmo, la lluvia de mala suerte que arrecia sobre Valdebebas traspasa también los muros del vestuario del filial: en pretemporada el prometedor Joan Martínez se rompió el ligamento cruzado de su rodilla y, otro de los zagueros fiables de La Fábrica, Jacobo Ramón, ha sido el último en engrosar la lista de bajas. El central ha sufrido una dolencia muscular que le ha dejado fuera de la lista del Castilla para recibir al Villarreal B y que también deja en el aire su más que probable convocatoria para la visita del primer equipo a la Real Sociedad.
Sin embargo, Ancelotti no pierde los nervios. Lo ha vuelto a demostrar en su asistencia a Ciudad de México para participar en una conferencia en la que sorprendió a la hora de poner una fecha mínima para su retirada y en la que intentó explicar los métodos que le han convertido en el entrenador con más Champions League (cinco) y en uno de los más laureados de la historia. El secreto, según el italiano, está en aprender más de los momentos malos -como los actuales- que de los buenos.
"Es muy difícil explicar cómo debe ser un líder. Es mucho más importante convencer que imponer. Un líder debe tener la capacidad de escuchar a los que trabajan contigo. Siempre te pueden dar ideas que pueden ayudarte. Es importante escuchar y no pensar que tú sabes todo porque eres el jefe. Siempre se puede aprender y, sobre todo, hay que ser honesto", reflexionó. "Tienes que pensar positivo, también cuando las cosas salen mal. No es verdad que yo sea siempre tranquilo. Raramente me enfado, pero cuando me enfado me vuelvo bastante loco. Hay que elegir el momento porque hay dos maneras para que un caballo salte un obstáculo: con la fusta o con la zanahoria. Tú eliges. Si le metes la fusta te puede tirar desde atrás y si le das la zanahoria te va a ayudar", añadió."La derrota es un momento de tristeza pero una oportunidad para intentar mejorar las cosas. Hay que levantarse, como en la vida. La victoria no es felicidad real. Lo veo como un alivio porque tres días después tienes otro examen. Puede volver la crítica y te molesta cuando no eres capaz de hacer autocrítica. Si la haces, la crítica pasa a un segundo plano", continuó el técnico del Real Madrid, quien insistió en que la presión es una aliada para mantener la guardia alta. "Una vida sin presión o sin estrés no existe. Tampoco hay que sentirla demasiado, pero un poco de presión es gasolina. El día que no tenga emoción antes de un partido, es el día en el que tengo que parar", explicó en Ciudad de México, durante su participación en la conferencia 'México Siglo XXI'.