El Rayo Vallecano ha oficializado este martes el fichaje de Raúl de Tomás, que firma como rayista hasta 2027 en una extraña operación que impedirá al internacional español jugar hasta el próximo mes de enero, cuando reabra el mercado. Mientras, el delantero se entrenará con sus nuevos compañeros a la espera de poder participar. Una decisión que, entre otras cosas, dejará a De Tomás sin opciones de participar en el próximo Mundial de Qatar, al tiempo que el RCD Espanyol consigue salvar la papeleta con un futbolista que durante los dos últimos cursos ha sido su principal activo de cara a gol y que ahora se marcha sin dejar beneficios por su transferencia. Una venta que, eso sí, dejará un importante ahorro en su masa salarial.
Tras arribar a Cornellá en enero de 2020 a cambio de 22’5 millones de euros, procedente del Benfica, los pericos restan por abonar de su traspaso unos 11 kilos, lo correspondiente al amortizado del mismo. Cuantía por la que va a ser vendido al Rayo para, así, acabar de cuadrar su cuentas. Exactamente, los vallecanos pagarán ocho millones de euros fijos y tres en variables, de manera que el Espanyol se ahorra este curso, también, su ficha.
Llegados a este punto, la pregunta ahora es obvia. ¿Qué ha ocurrido para que un goleador como De Tomás haya tenido que salir de esta forma? Y la pregunta es aún más evidente: su talante o comportamiento dentro del vestuario.
Con una cláusula de rescisión de 70 millones de euros, tanto el RCD Espanyol como el propio De Tomás afrontaron este verano con la idea de que sería el momento de separar sus caminos a cambio de una suma importante de dinero que los pericos tasaron en unos 40 millones de euros. Sin embargo, ninguna oferta de un grande llegó. Habiendo sido vinculado, entre otros, con el Sevilla FC, Monchi explicó durante la rueda de prensa en la que hizo balance del mercado que nunca acabó de ser una opción real por cuestiones económicas. Una explicación a la que se sumaría otro argumento lanzado desde Madrid por El Chiringuito. Y es que los informes de Diego Martínez, técnico perico, habrían influido mucho en la decisión.
Unos informes del conjunto blanquiazul a lo largo de los últimos dos años que ahora el periodista Joan Camí (RAC1) recopila en su cuenta personal de Twitter para explicar, en gran manera, por qué se ha llegado a tal extremo con el delantero.
Tal y como refleja Camí, RDT “ha tenido muchos problemas dentro del vestuario del Espanyol”, habiendo llevado la gestión del grupo “al límite”. Algo que no ha sido exclusivo con Diego Martínez en los últimos meses, sino que ya tuvo varios encontronazos con Vicente Moreno, lo que provocó un desgaste interno.
El exentrenador del Espanyol delegó la gestión del grupo en los capitanes del primer equipo, comunicándoles que él se encargaría personalmente de De Tomás. En el seno del plantel sabían de primera mano que RDT es un jugador talentoso y de un gran nivel, pero que también goza de una personalidad muy particular y un carácter díscolo. En definitiva, un problema para un equipo como el RCD Espanyol, poco acostumbrado a tratar con este tipo de futbolistas.
La excesiva dependencia del conjunto perico con De Tomás ha sido otro de los grandes problemas a lo largo de estos dos años. Y es que eso le ha ido otorgando un poder absoluto al delantero tanto dentro como fuera del campo. Ha jugado un papel protagónico en el ascenso y en la permanencia perico en Primera, habiendo conseguido 45 tantos en dos temporadas. Un gran rendimiento para un futbolista que no ha tenido competencia y que se ha sentido titularísimo siempre, independientemente de cuál haya sido su actitud a lo largo de la semana.
Y tal como refleja Camí, “han pasado cosas”. Entre ellas, RDT se ha negado a entrenar y a jugar. Ha llegado tarde a muchos entrenamientos y ha tenido problemas con varios compañeros de vestuario; algunos de ellos, los propios capitanes. Sin apoyos dentro del propio vestuario, De Tomás ha estado prácticamente solo a lo largo de estos dos últimos meses.
A De Tomás se la ha consentido prácticamente todo durante este tiempo. Tan sólo se le llamó la atención ligeramente en Segunda división, cuando algún acto de indisciplina fue castigado dejándolo fuera de la convocatoria en ciertos momentos. Eso sí, por lo general fue siempre ante rivales pequeños. Hecho que el propio club negó en su momento.
Al final del curso pasado, también, forzó la quinta amarilla ante el Valencia CF para perderse la última jornada y comenzar antes un verano en el que se antojaba que su salida era inminente. “Quizá al Espanyol le interesa hace caja conmigo, quizá a mí me interesa quedarme o marcharme, pero no puedo dar una respuesta de lo que realmente me interesa. La gente tiene que entender que esto es un juego, y que el mercado futbolístico es así. No sólo cuenta mi opinión”, llegó a asegurar el propio futbolista durante la última concentración de la selección española.
Y llegó el verano. En el vestuario no querían a De Tomás, Diego Martínez y su cuerpo técnico no quería a De Tomás y De Tomás no quería seguir en el Espanyol. ¿Entonces? Pues que no han llegado ofertas, hasta el último día; y tarde. La del Rayo Vallecano, que no acabó cerrándose y que finalmente ha acabado desembocando en todo este esperpento de transferencia con el mercado ya cerrado.
De los 70 kilos de su cláusula, el Espanyol empezó solicitando 40. Luego 30 y de ahí pasó a 20 millones de euros. Pero no llegaron ofertas de nivel en España. Su agencia movió al futbolista, que tuvo ofertas en el extranjero, al tiempo que forzó su situación y se aferró a unas molestias físicas para estar al margen del grupo. En ningún momento quiso hacerse ningún tipo de prueba para confirmar esas dolencias. Dos meses así en los que el Espanyol hizo bien poco por cambiar la situación.
Unos informes que, lógicamente, han llegado este verano a oídos de muchos directores deportivos, de ahí que ninguno haya sido capaz en España de lanzarse a por De Tomás a cambio de las cantidades que venía solicitando el RCD Espanyol. Especialmente en un mercado tan complicado como el de este verano, en la que la mayoría de los conjuntos se han visto maniatados por las limitaciones impuestas por LaLiga.