Álvaro García (27/10/1992, Utrera) milita en el Rayo Vallecano desde hace varias temporadas, donde descubrió de la mano de Andoni Iraola lo que significaba ser futbolista de Primera división, sentirse como tal. Después de un tiempo negativo, logró dar su mejor versión y ganar la confianza necesaria en una categoría cada vez más exigente. Con Francisco, el equipo ha empezado bien ahora pese a que haya muchas novedades en la plantilla como la ausencia de Fran García, de quien Álvaro sólo tiene buenas palabras. En la entrevista con ESTADIO Deportivo, de la que ya han salido algunos fragmentos, el futbolista se sincera sobre los momentos en que tocó fondo, su futuro profesional, el entrenador que más le marcó, la importancia de su familia o la presión mental del futbolista.
El Rayo ha arrancado bien la temporada, ¿mira más allá de la permanencia?
Sinceramente, no. Tenemos claro que este año ha habido cambios importantes en el equipo. Es verdad que hemos empezado bien. Pero el equipo se está adaptando. Míster nuevo, jugadores nuevos… Es cuestión de ir juntándonos todos, ir conociéndonos más… La base del equipo está hecha, pero poco a poco iremos adaptándonos mejor.
Tras la marcha de Iraola el reto de Francisco era grande, ¿cómo lo ve el vestuario?
Cuando viene un entrenador nuevo todo el mundo piensa qué hizo el anterior es lógico. Creo que el equipo está cumpliendo. Él nos está conociendo y nosotros a él. Llevamos varias jornadas en la que el equipo está compitiendo bien, quitando el partido contra el Atleti que fue un error gordo de todos. La idea que tiene el míster es parecida a la de Andoni y por eso para nosotros es más fácil.
¿Cómo valora este inicio de temporada?
Ante rivales directos hemos conseguido puntuar. Sólo hemos perdido ante Atleti y Betis. El equipo está compitiendo bien. Sabemos que los partidos importantes son los de nuestra liga. Hay que rascar puntos de otros rivales que sean más difíciles, pero nuestra liga la estamos ganando.
Entre las ausencias de este año está la de Fran García.
Yo con Fran me llevaba muy bien, vino en Navidad con mi familia y estuvo cenando con nosotros… Se echa de menos porque era un tío muy humilde, muy trabajador. Nosotros nos alegramos mucho porque está en un gran club, donde el quería estar y disfrutando mucho.
Lleva varias temporadas en el equipo, ¿cómo recuerda la llegada?
Fue difícil, el primer año y medio. Después de pandemia empecé a jugar más, me notaba con más confianza. Al año siguiente llega Andoni y la verdad es que fue él quien me cambia todo lo que llevo en el Rayo hasta ahora.
¿Es Andoni el entrenador que más le ha marcado?
A mí me marca mucho Cervera, en el Cádiz porque con él fue con quien yo me di cuenta de que podía ser profesional. Yo estaba en 2ªB, ascendimos y en los años de Segunda veo que tengo nivel, que él me saca partido. Ya después siendo profesional, Andoni es verdad que me da ese plus de jugar en Primera. Antes había jugado en Primera, pero como que no te asientas. La llegada de Andoni, la confianza que tenía con él… me dio esa seguridad para yo hacer mi fútbol en Primera división y gracias él creo que soy jugador de Primera división.
¿Cómo ha cambiado el Rayo desde entonces?
Complicado resumirlo. Somos un club muy peculiar para todo, esto es difícil de llevar. Un club humilde. Lo mejor es la afición y el vestuario que tenemos. Si no existiese eso, el club no estaría donde está. Si no tuviésemos esa afición también que está con nosotros en cada partido, vamos donde sea, un lunes y hay gente allí que no sé cómo lo hace. Creo que es la clave de que este club vaya así en este momento.
¿Es la afición lo que más destaca del club?
Sí. Tenemos un vestuario que es muy bueno y al final somos los que jugamos y eso ayuda mucho, pero evidentemente la afición es clave en este club.
¿Siempre supo que quería ser futbolista?
Yo quería ser futbolista, al 100%. Siempre he estado en el Utrera, en mi pueblo. No he llegado a estar en cantera de Sevilla, Betis, nada. Claro, tenía dudas de si podía haber llegado o no. Tenía que formarme, estudiar… hasta llegar a ese proceso. Eso sí, algo relacionado con el fútbol. Empecé a estudiar el TAFD, luego INEF… Quería o futbolista o algo relacionado. El fútbol iba a estar sí o sí.
O sea, que si no hubiera sido futbolista…
Preparador físico o algo de eso (risas).
¿Cómo de importante es su familia?
Al final son los que están aquí conmigo, mi mujer y mi hijo. Él es de Madrid. No dice que sea de Utrera, algo que me parte el corazón (risas). Para mí son clave. Si ellos están felices, yo estoy feliz. Ya lo demás me importa bastante poco.
¿Cuál es su mejor momento deportivo?
Los ascensos. Con el Cádiz fue clave para mí porque fue donde conocí a Cervera y creí que podía ser profesional. Ya después con el Rayo fue decir, joder, voy a jugar en Primera y creo que me lo merezco. Estar en Primera es un orgullo.
¿Y un momento en que tocara fondo?
Mis primeras temporadas en el Rayo. La primera no tanto, porque apenas jugaba. La segunda, después de descender, ese año fue complicado. Creo que es duro decir esto, pero la pandemia me hizo limpiar la mente porque fue olvidarme dos o tres meses de fútbol y volver postpandemia con la mente liberada y como si fuese empezar de nuevo.
¿Cómo vivió la pandemia?
Fue difícil. Estás sólo aquí, lejos de tu familia, sin poder verla. Además, mi mujer estaba embarazada. En el tema deportivo me ayudó por liberar la mente. Desconectar un poco que ahí el fútbol era lo menos importante de todo y volver con muchas más ganas.
¿Ha pensado cerrar ciclo con el Rayo?
Todo el mundo piensa en decir ‘bueno si me ficha no se quien…’ Si estás bien, te llegan ofertas. Si estás mal, nadie llama a tu puerta. Es verdad que llegan ofertas, el club las valora, yo las valoro. Si no nos ponemos de acuerdo, no pasa nada. Estoy feliz aquí, mi familia está feliz aquí que eso para mí es muy importante y ahora mismo el club va bien, está bien en Primera y no se plantea nada.
Cuando cuelgue las botas, ¿quiere seguir ligado al fútbol?
Ahora te diría que no (risas). El fútbol satura mucho, mentalmente cansa. Muchos viajes, la gente se cree que vivimos muy bien, pero estamos todo el día pensando en cuidarnos, en respetar nuestro cuerpo para alargar la carrera lo máximo… Quizás después del fútbol mi vida no esté relacionada con él, pero todavía no sé qué hacer.
Poco se habla de la presión mental del futbolista.
Eso es lo que más cansa, decir “tengo otro entrenamiento, partido, semanas de tres partidos…”, eso mentalmente cansa. Cuando te vas de vacaciones intentas no escuchar nada de fútbol, no ver fútbol. Yo prácticamente no veo fútbol cuando me salgo de aquí. Prefiero ver tenis u otro deporte, porque mentalmente satura un poco.
¿Se considera seguidor de Carlos Alcaraz?
Sí, bastante. Era más de Rafa – Nadal -, pero la verdad es que ahora con el tema de las lesiones lo tiene complicado. Carlos está a un nivel muy bueno.