Alvaro Arenillas3 min lecturaEl Racing de Santander tiene claras sus prioridades, pero hacerlas realidad es otra historia. La escuadra cántabra quiere construir una plantilla que le permita no pasar apuros el próximo curso y para ello quiere volver a contar con algunas piezas que ya tuvo en el curso 2022-23. ¿Cuál es el problema? Pues que hay más interesados.
Según informa El Diario Montañés, la entidad verdiblanca está dispuesta a realizar un gran esfuerzo para poder firmar de manera permanente a Roko Baturina, delantero que tuvo cedido por Ferencvaros desde el mes de enero y que se destapó como clave para lograr la salvación. Con tal objetivo, desde Santander se pusieron en contacto con los búlgaros en mayo y les expresaron su deseo. La respuesta no fue la deseada, pero en cualquier caso seguían confiando en conseguir su gran objetivo conforme se acercase el final del mercado de fichajes. Ahora parece que no será así.
Los verdiblancos han puesto sobre la mesa una oferta de 300.000 euros, la cual entendían que podría ser suficiente para sumar al ariete croata al club, y es que la cláusula de rescisión del mismo está en 800.000 euros. La cantidad ofertaba parecía ser justa, pero un club de la primera división portuguesa estaría dispuesto a pagar hasta 700.000 euros; informa Ángel García de Cazurreando. Resumiendo: si el Racing no sube su oferta, se quedará sin su gran deseo.
La situación de los de Cantabria no es sencilla. Aunque tienen claro que Baturina es el elegido tras las buenas sensaciones que dejó la campaña pasada con 4 goles y 2 asistencias en 14 partidos, de igual modo saben que duplicar la oferta realizada supondría una gran apuesta que puede no cuadrar con su economía.
Aunque el objetivo de hacerse con Baturina se le está escapando de las manos, en la entidad del Sardinero ya han hecho parte de los deberes para potenciar su ataque. En esa línea, hace casi un mes que cerraron la contratación de Lago Junior y están centrados en conseguir al menos otro jugador para la parcela ofensiva. Con esa meta, uno de los favoritos de la dirección deportiva siempre ha sido Jon Karrikaburu, pero su llegada es igual o más difícil que la del 'nueve' croata, ya que hay numerosos equipos tras sus pasos y todo indica que su futuro no se resolverá hasta las últimas fechas del actual mercado de fichajes.