La salida de Marco Camus del Racing de Santander en este pasado mercado de traspasos de invierno ha estado lejos de ser amistosa. El joven de 21 años abandonaba la escuadra racinguista para marcharse cedido al Córdoba Club de Fútbol, lo cual ocurría tras haber estado sobre el verde únicamente 15 minutos a las órdenes de José Alberto, entrenador de la entidad santanderina.
Contando tan poco –prácticamente nada– se daba por hecho que algo no estaba funcionando entre ambos. Sin embargo, era difícil pensar que tras salir a tierras andaluzas el extremo cargase contra el técnico del Racing, con el cual se muestra dolido por el trato recibido en el tiempo que han pasado juntos.
“Estaba muy ilusionado cuando llegó porque todo lo que nos decía, su juego y entrenamientos eran muy intensos y amenos", comenta en declaraciones a SER Cantabria antes de recordar que tras jugar únicamente 15 minutos contra el Cartagena todo saltó por los aires. “No me dio ninguna otra oportunidad, el partido de Copa fue un palo en toda regla, no me lo esperaba para nada. Iba pasando el tiempo y veía que no entraba en sus planes, esto es fútbol y los entrenadores pueden confiar en unos u otros, pero las formas creo que podrían haber sido otras”, analiza.
Más allá de no jugar, lo cual puede entender como cualquier futbolista, a Camus le costó ver pasar los días sin que José se dirigiese a él para explicarle su situación en el equipo.
"Desde su llegada no he tenido ningún contacto ni ninguna conversación personal. Sólo hablé el día que me despedí, que entré al despacho. Más allá de esa conversación no tuve ninguna explicación de porqué no entraba en los planes de José Alberto", concluye.
¿Un problema de dos?
Las palabras de Camus llegan días después de que fuera el propio José Alberto quien se mostrara muy duro con su ex pupilo; tanto es así que en rueda de prensa se reafirmó en su decisión de no hacerle jugar, ya que el jugador de banda no había hecho méritos para ello. "Ha jugado lo que ha merecido. Ha merecido menos minutos, ha jugado menos. Yo no he pedido la salida de Marco", expresó.
Esta polémica no hace bien a ninguno de los menos, y menos a un Racing de Santander que pelea por no descender a lo que aún es Primera Federación –veremos si en poco tiempo no deja de ser así–.