A sus 29 años, Álvaro Vadillo tiene una larga carrera profesional a sus espaldas. Desde que debutó con sólo 16 años en Primera división con la camiseta del Betis, el más joven en la historia del club de Heliópolis, el gaditano ha vivido un tobogán de sensaciones por los diferentes equipos en los que ha militado. Pero el actual futbolista del Racing Ferrol no ha tenido reparos en criticar cómo le trataron dos de ellos.
Tras dejar el conjunto verdiblanco y renacer en el Huesca, el extremo aterrizó en el Granada en 2018, completando dos buenas temporadas en las que firmó 7 goles y 13 asistencias con el conjunto nazarí. Pero esto no le sirvió para ganarse un sitio, desvelando ahora la extraña forma de proceder del club rojiblanco en las negociaciones para ampliar su contrato. Es más, a día de hoy, aún desconoce qué es lo que pasó realmente.
“Sigo sin saberlo. Yo tenía una oferta de renovación del Granada en 2020 y no la acepté porque durante el covid me la quitaron. Nunca he hablado de esto porque no he dado importancia, pero la realidad es esa. No pedía ni más ni menos. Me dicen que la oferta ya no está y que me busque equipo. Fue lo que hice”, ha contado en unja entrevista con Relevo.
Su siguiente paso fue firmar por tres temporadas con el Celta de Vigo, en un salto a priori ilusionante, si bien antes, su antiguo equipo cambió a última hora de opinión e intentó retenerlo. “Me busqué equipo, apareció el Celta, y cuando estaba a punto de firmar, el Granada me comunica que la oferta de renovación vuelve a estar. No me sentí valorado en ningún momento. Después de dos años buenos no me trataron de manera correcta. Ahora te quito, ahora te doy… total que apareció el Celta y firmé por tres temporadas”, destacó.
Pero el de Puerto Real nunca llegó a debutar con la camiseta celeste. El mismo verano que llegó se marchó cedido al Espanyol, que lo compró tras el ascenso y luego lo cedió a Málaga y Eibar. Pero lo que no se explica Vadillo es por qué lo contrató el club gallego.
“Llegué allí en agosto y el mercado se cerraba en octubre. No sé lo que pasó. Dándole vueltas y rayándome mucho, entiendo que era un fichaje del club que el entrenador (Óscar García) no quería. Llegué allí en pretemporada y entrené de lateral, en los partidos de pretemporada no tuve minutos… cosas muy raras. En las cinco jornadas de Liga que estuve allí ni siquiera calenté. No es que me rindiese ni tirase la toalla, pero es que directamente en Vigo parecía un fantasma. Buscamos una solución y apareció el Espanyol”, comentó.
Años después, el ex del Betis busca renacer una vez más en tierras gallegas, donde ya ha celebrado su primer gol con la camiseta del Racing Ferrol. Al echar la vista atrás, se lo toma con humor, aunque su experiencia en el Celta no fue nada sencilla, tal y como ha insistido al revelar sus conversaciones con Felipe Miñambres, director deportivo celeste. “No estaba teniendo sentido ninguno que el entrenador no me probase ni en pretemporada. Yo se lo pregunté muchas veces a Miñambres: ‘oye, Felipe, ¿tú has hablado con Òscar de que me ibas a fichar?'. 'Hombre, evidentemente, aquí los fichajes se hacen consensuados con el entrenador', me decía. No me cuadraba la situación. Fue raro, raro. Al menos comí buen marisco dos meses”, sentenció.