Surrealista lo que acaba de suceder en la prórroga del Nàstic - Málaga. En el duelo que decidía el duelo del ascenso a la Primera RFEF, el colegiado del choque, Mallo Fernández, ha decidido retirarse al vestuario, suspendiendo momentáneamente el enfrentamiento que se estaba disputando en el Nou Estadi. La imagen ha sido de lo más llamativa, ya que el árbitro se ha retirado debido a los constantes lanzamientos de objetos desde la grada. No solo eso, ya que, en medio de esto, algunos futbolistas de ambos equipos se han encarado entre sí. Debido a todo lo ocurrido, la policía y los antidisturbios han tenido que saltar al césped para separarles.
Curiosamente, se debe tener en cuenta que, justo hace 10 años, se disputó el célebre Las Palmas - Córdoba, en el que la salida al campo de una serie de aficionados le costó el encuentro, y, por consiguiente, el ascenso a Primera, al conjunto canario, saliendo beneficiada la escuadra visitante. Lejos de calmarse, la afición local siguió tirando objetos hacia el terreno de juego, generando imágenes lamentables y bochornosas en este encuentro, tan decisivo como relevante.
No fueron pocas las ocasiones en las que la megafonía tuvo que intervenir, pero los seguidores del conjunto local no terminaban de aceptar que no se debían tirar objetos hacia el terreno de juego. Todo, con el objetivo de interrumpir al Málaga e impedir que avanzara hacia su portería. En una fase vital del choque, ya que el cuadro de Pellicer había recortado distancias e igualado la eliminatoria, el ambiente era de lo más tenso. De hecho, los guardias de seguridad tenían que detener lo que se le lanzaba a algún futbolista del cuadro andaluz.
A pesar de todo, el que se terminó llevando el gato al agua fue el conjunto visitante. Cuando el encuentro estaba a punto de expirar, Cordero anotó la diana que necesitaban los de Pellicer para lograr el tan ansiado ascenso a Segunda división. Gracias al resultado conseguido en el duelo de ida, los andaluces ya se pueden considerar equipo de LaLiga Hypermotion, por lo que regresarán en el próximo curso al fútbol profesional.
Tras el encuentro, los futbolistas locales se quedaron en el césped, llorando y lamentando la ocasión perdida. Sus seguidores saltaron al campo para consolarles, por lo que el Málaga, feliz vencedor, tuvo que marcharse de forma rápida a los vestuarios, por los riesgos que podría entrañar esta situación para su seguridad.