Porque un ascenso puede cambiarlo todo y no conseguirlo también. El gol decisivo de Antoñito Cordero en Tarragona ha dejado secuelas en ambos frentes. Tres días después de quedarse con la miel en los labios del ascenso a Segunda División, Josep Maria Andreu, presidente del Nàstic de Tarragona, ha anunciado su dimisión del equipo catalán.
El máximo mandatario no ha podido superar el varapalo psicológico sufrido tras caer en el playoff de ascenso, sobre todo, tras recibir un polémico arbitraje a su juicio: "Mi gran ilusión era dejar al Nàstic en el fútbol profesional. Siento la impotencia y la injusticia de la que fuimos testigos el pasado fin de semana. Vivimos una situación completamente surrealista y que no merecía la gente del Nàstic. Hoy os comunico una decisión que ya tenía tomada y que ha sido muy meditada: dejo la presidencia del Nàstic de Tarragona".
En cuanto al papel del colegiado, no se ha mordido la lengua: "El sábado tuvimos un árbitro que nos arruinó el partido con una expulsión que no era. He hablado con árbitros en activo y retirados y todos me han dicho lo mismo. La semana pasada en campo del Málaga también cayeron muchos balones... El árbitro no puede abandonar el campo, nunca he visto algo así. Es totalmente surrealista. Tuvo una actitud totalmente chulesca".
Asimismo, recalca que la seguridad de los árbitros no peligró en ningún momento: "El árbitro no sufrió en ningún momento problemas de integridad, como he escuchado. Me hubiera gustado que el árbitro o el delegado federativo me dieran una explicación al terminar. La expulsión es completamente injusta. Saldrán cosas (sobre el proceso judicial iniciado). Hemos recibido muchas informaciones. Esta vez iremos hasta el final, caiga quien caiga".
Sobre su decisión, ha explicado todos los motivos que le han llevado a tomarla: "Era una decisión consensuada con mi familia, la decisión ya estaba tomada. Era el momento de dejarlo. El Nàstic es un club potente en todos los niveles. Seguirá funcionando perfectamente. En las próximas semanas el consejo se reunirá y decidirá lo que tenga que decidir. Sabemos lo que tenemos que hacer".
Pero en el equipo vencedor también se han producido algunas secuelas. Y es que tras el ascenso a LaLiga Hypermotion ahora toca confeccionar una plantilla adecuada para competir en la misma y afinar en los refuerzos.
Así, el club andaluz ha anunciado ya dos bajas para la próxima temporada. En primer lugar, la de David Ferreiro, quien llegó al equipo malagueño en el pasado mercado invernal. El extremo gallego ha sido participe del ascenso malaguista a Segunda División, aportando tres goles y cuatro asistencias en sus 20 partidos con la elástica blanquiazul.
Asimismo, tampoco continuará Javier Avilés, quien también aterrizó en La Rosaleda en invierno en calidad de cedido y regresa a su club de origenn, el CD Leganés.