Fernando Mateos4 min lecturaEl racismo ha vuelto a hacer acto de presencia en el fútbol español este pasado fin de semana. LaLiga ha denunciado los cánticos proferidos en el Coliseum de Getafe contra los sevillistas Marcos Acuña y Quique Sánchez Flores. Pero el episodio de más tensión se vivió en Primera RFEF.
El partido entre el Sestao River y el Rayo Majadahonda que se disputaba en el estadio de Las Llanas tuvo que ser suspendido en el minuto 84, después de que el guardameta visitante Cheikh Sarr fuese expulsado por encararse con aficionados de detrás de su portería tras recibir insultos racistas que luego denunció al árbitro, lo que llevó al resto de sus compañeros a abandonar el césped y no volver para reanudar el juego por esos incidentes.
Tras los lamentables hechos ocurridos, la Guardia Civil ha visitado este lunes al meta senegalés en el entrenamiento del Rayo Majadahonda, reuniéndose en una sala tanto con el portero como con su compañero Jorge Casado, capitán del equipo.
En dicho encuentro, Cheikh Sarr ha narrado a las fuerzas del orden lo sucedido en Sestao, algo que también ha hecho en El Partidazo de la Cadena Cope, rompiendo su silencio después de 48 horas. “Cuando llega el minuto 50 o 60, empiezan a decir cosas raras y gritos de mono. Son varios. Lo estoy oyendo, ni miro para atrás, ni hago caso hasta que nos meten el segundo gol. Yo estaba en ayuno y siempre a esa hora tengo que romper mi ayuno. Cuando fui a por el agua, me estaban gritando, insultando y diciendo de todo. Me dijeron 'puto negro, corre, negro de mierda' y no pude aguantar”, explicó.
Dichos insultos fueron recogidos en el acta arbitral, aunque en la misma se puntualiza al mismo tiempo que en realidad no fueron escuchados por el colegiado. De hecho, el meta del conjunto madrileño acabó siendo expulsado.
“A un metro, vino donde estaba a buscarme. Yo fui a por él, le quería agarrar para preguntarle '¿por qué me insultas?' y a decirle si no tiene familia, no tiene hijas...”, comentó el protagonista al ser cuestionado por los motivos que llevaron al árbitro García Riesgo a mostrarle la roja.
Esto llevó a Sarr a intentar agredir a su vez al árbitro, pero el cancerbero también ha tratado de aclarar este incidente. “Lo que quería era pedirle explicaciones y preguntarle por qué me sacaba una tarjeta roja. El árbitro ni siquiera se acercó a preguntarme a mí qué había pasado. ¿Cómo puede ser eso? La verdad, pensé que lo primero que iba a hacer era protegerme a mí, pero no. Lo que hizo fue expulsarme”, señaló.
Pese a todo, el meta de 23 años espera que levanten el castigo, como ha apuntado en una entrevista concedida a El Mundo. “La verdad, no puede ser que al que insultan y sufre, además lo sancionen. No sé qué pasará con la decisión del Comité de Competición, pero me gustaría que pensaran en esto. A nadie al que insulten se puede sancionar por reaccionar”, sentenció.