Alberto Gálvez3 min lecturaTras el triunfo a domicilio frente al Arenteiro (1-2), los jugadores del Deportivo y el propio Idiakez se marcharon con cierto optimismo al parón navideño. Situados a tres puntos de los 'play off' de ascenso, el cuadro gallego ha vuelto al trabajo después de haber disfrutado de unos días de vacaciones y lo ha hecho con la mente puesta en la Real Sociedad B. Y, además, con dos buenas noticias.
Y es que el técnico del conjunto blanquiazul contó con dos novedades en la sesión de trabajo de esta mañana como fue la presencia de Iano y la incorporación de Ximo Navarro al grupo.
Sin embargo y en cuanto al lateral del Fabril, el preparador vasco maneja un serio dilema en su cabeza que deberá resolver durante el mes de enero. Porque por mucho que le guste para su banda izquierda, se tendrá que conformar con verle entrenar. Al menos, de momento, ya que al ser mayor de 23 años para poder jugar con el primer equipo, el Dépor necesitaría hacerle ficha de aquí al 31 de enero.
Y por si fuera poco, Fernando Soriano, director deportivo deportivista, anda buscando otras piezas en el mercado con las que cubrir, por ejemplo, la baja del lesionado Barbero en la línea de ataque. Asimismo, cabe recordar que el cuadro coruñés tiene en la actualidad 17 fichas senior y cinco sub-23.
Por ahora, la principales prioridades son la incorporación de un delantero y la de un extremo derecho. Y de encontrarlos, el club llevaría a cabo la siguiente doble operación: ocupar la ficha senior libre y posiblemente dar de baja a un jugador como Cayarga.
Mientras tanto, Ximo Navarro ha regresado hoy con el grupo tras haber dejado atrás la que fue su tercera lesión muscular de la temporada. El lateral completó la sesión con normalidad y si no existen contratiempos en los próximos días, podría recibir el alta médica para competir la semana que viene.
Los que siguen ausentes y no han aparecido por Abegondo fueron el propio Cayarga y Jaime, quienes continúan tratándose de sus problemas físicos con los que acabaron ya la competición. El asturiano fue baja de última hora ante el Arenteiro y el central, entre algodones desde hace semanas, se resintió tras jugar los últimos minutos en Espiñedo.
También estuvo al margen Barbero, que hizo la mayor parte del trabajo en el gimnasio, aunque también se dejó ver sobre el césped corriendo en solitario.