Hace ahora casi un año salía uno de los escándalos más grandes en la historia del fútbol español: el 'Caso Negreira'. Concretamente fue a mediados de febrero de 2023 cuando se destapó una investigación por posible corrupción realizada por la Agencia Tributaria, que involucra a José María Enríquez Negreira, exárbitro exvicepresidente del CTA entre 1994 y 2018, y al Barcelona por unos pagos realizados por un montante global de 7,3 millones de euros que fueron acreditados por la Agencia Tributaria y la Fiscalía mientras estaba en cumplimiento de sus funciones en el CTA.
Pues bien, ahora ya se está empezando a esclarecer el asunto gracias a la investigación que la Guardia Civil ha presentado al titular del Juzgado de Instrucción número uno de Barcelona, Joaquín Aguirre, que dirige la causa relativa al caso.
De esta manera, El Mundo y El Confidencial han desvelado algunos detalles que el juez ya tiene en sus manos. Durante los últimos meses, veinte árbitros españoles han declarado para ver cuál era el grado de influencia que tenía Enríquez Negreira en las decisiones que tomaban ellos sobre el terreno de juego.
Y tal y como apunta El Confidencial, la investigación ha confirmado la existencia de cenas de árbitros organizadas por la familia Negreira en un bar de su propiedad en Barcelona cuando acudían al Camp Nou para dirigir partidos del Barça como local. También que acababan en un karaoke con el mandatario arbitral y los desplazamientos "en coches de lujo" por la ciudad a cargo de Javier Enríquez Romero. La información apunta a que los árbitros no se negaban a ese acompañamiento porque era "el hijo del jefe".
Dicho medio publica también que "Negreira Jr. acompañó a Jaime Latre en 'dos o tres ocasiones' cuando tuvo que ir a arbitrar partidos a Barcelona. Según contó, le llevó 'en dos coches de lujo'. 'Se trataba de Mercedes Coupé oscuro GLE, eran coches que llamaban la atención', apuntó". De acuerdo con la información de ese diario, en su declaración ante la Guardia Civil, Jaime Latre dijo que esto ocurría con "la mayoría de árbitros".
Mientras, El Mundo ha citado a fuentes del club catalán señalando que estos servicios extras eran considerados como actos protocolarios o "una simple deferencia" con el equipo arbitral de turno.
En este sentido, el instructor considera que Negreira controló desde su puesto como vicepresidente del CTA el sistema de calificación de colegiados para favorecer a los "afines" para que dirigieran "partidos relevantes de Liga o Copa y partidos internacionales o incluso mantener la categoría, aumentando así sus ingresos de manera importante".