Dicen que el fútbol es de listos, aunque ahora la pillería y esas artes más ocultas no estén tan bien vistas sobre un terreno de juego. La sociedad va avanzando y lo que antes era visto como una astucia ahora es valorado como todo lo que no representa un buen deportista. Sin embargo, todo entrenador quiere a un futbolista así en su vestuario.
Buen ejemplo de ello es el mítico jugador del Real Valladolid Johan Harold Lozano, quien en la temporada 01/02 protagonizó uno de los momentos más recordados en la historia de LaLiga. Tanto por cómo lo hizo por el rival; todo un Real Madrid. La anécdota, cuanto menos, es controvertida, aunque ahora con perspectiva es también bastante divertida. Y es que Harold Lozano fue capaz de confundir a todo el plantel blanco durante una jugada ofensiva de los suyos que acabó en gol. Imitando el silbato del árbitro, el futbolista del conjunto blanquivioleta propició que sus rivales se detuvieran para que sus compañeros, así, pusieran el empate en el marcador. Sorprendente, ¿verdad?
Hace ya más de 23 años. Nos remontamos al 29 de septiembre de 2001 y era la quinta jornada de LaLiga en Primera división. El Real Madrid se había adelantado por medio de Zinedine Zidane y de inmediato Torres Gómez era derribado al internarse por la banda derecha. Fue ahí cuando de manera automática se escuchó el silbido de Harold, que desde pequeño venía imitándolo como bien sabían sus compañeros de equipo. Los futbolistas del Real Madrid se frenaron en seco pensando que el árbitro había decretado falta. Incluso los comentaristas de televisión -pues se escucha durante la retransmisión- pensaron que se había invalidado la jugada por parte del colegiado.
Unos instantes de incertidumbre que Tote aprovecha para asistir a Fernando Fernández para que marcara sin oposición e hiciera el 1-1. Téllez Sánchez da el gol como válido y los jugadores del Real Madrid se fueron a su busca a rodearlo y pedirle explicaciones. El árbitro, como no podía ser de otra forma, aclaró que no fue él y que habría sido un aficionado. Entre las protestas, de hecho, Roberto Carlos acaba amonestado, lo que enoja aún más a los blancos.
Llamativo, también, cómo los jugadores del Real Valladolid se lanzan a abrazar a Harold Lozano, y no al autor del gol. Algo que, como años después explica el propio futbolista, intentó frenar para evitar que lo delataran.
Desde entonces, muchos son los amantes del fútbol que bromean sobre lo sucedido aquel día asegurando que Harold Lozano fue el único jugador capaz de 'robarle' al Real Madrid. Así lo recuerda el propio Harold Lozano en la televisión de su país: