Si la semana pasada Imanol Alguacil se marchaba cabreado con su equipo y con el VAR por perder el punto que tenían amarrado con el FC Barcelona en la última jugada del partido, esta tarde, en el Power Horse Stadium, el conjunto realista ha salido beneficiado claramente de dicha herramienta. Acertaron en el Reale Arena dándole validez al tanto de Araújo aunque al principio lo anulasen y, hoy, ha vuelto a acertar en todas las acciones Ortiz Arias, que era quien estaba en la Sala VOR.
Muchas han sido las jugadas polémicas que han tenido que ser rearbitradas y que han provocado que el partido se prolongase hasta el minuto 102. La primer acción confusa llegó en el primer tanto del partido. Lo anotó Beñat Turrientes en un córner, pero el remate lo hizo con el brazo. Lo dio por válido el manchego Díaz de Mera Escuderos, pero le rectificaron después y el tanto no subió al luminoso.
A continuación, marcó Oyarzábal, pero luego el Almería puso el empate en un contragolpe finalizado por Ramazani, quien se encontraba en claro fuera de juego. También acertaron y el tanto tampoco subió al marcador.
Pero la salsa más picante llegaría en el 83', cuando, en el área de la Real Sociedad y con el empate ya en el marcador gracias al gol de Arribas, el propio Ramazani pidió penalti por una acción con Le Normand. Tras ser revisada la jugada, decidieron que el contacto no era suficiente como pitar pena máxima.
Y por último, la jugada que terminaría siendo decisiva en el partido. Otra vez en un saque de esquina, el balón golpea en Akieme, quien tenía el brazo ligeramente levantado. En una primera instancia el árbitro no lo vio, pero segundos después sería llamado para que detuviese el encuentro y revisara dicha acción. Tras consultarlo en la pantalla, decretó penalti a favor de la Real Sociedad y Carlos Fernández puso el 1-2 en el minuto 91.
Una jornada más, parece que el trabajo del VAR cada vez es más decisivo. De hecho, sin esta lujosa herramienta hoy el manchego Díaz de Mera Escuderos se hubiese equivocado casi en todas estas acciones.
Es cierto que la Real Sociedad hizo algo más de méritos en la primera parte para llevarse el partido, pero tampoco lo es menos que el Almería mereció, al menos, sumar un punto ante el conjunto donostiarra. Y de no ser por el VAR, el 1-1 quizás no se habría movido ya del marcador. Además, en ese momento, con la Real volcada, los de Garitano habían tenido dos contragolpes muy peligrosos. Una vez más, la cara y la cruz de la moneda con el VAR de protagonista.