Sevilla
Rayo
El Sevilla precisaban con urgencia imponerse al Rayo para frenar la hemorragia iniciada antes del parón con dos derrotas seguidas y lo logró con un triunfo tan trabajado como más sufrido de lo deseado al jugar en superioridad la segunda parte completa por la expulsión de Unai López.
El gol de Sow a la media hora premió el ímpetu de un Sevilla superior en la primera parte y la insistencia de Isaac Romero, clave por su movilidad y asistencias más allá de su carestía de gol, si bien en la reanudación le faltó temple para marcar el tempo con uno más y los vallecanos dispusieron de ocasiones claras. Nervios por su situación que solo se sacudió en la recta final, cuando encontró la madurez suficiente para dormir el balón y atar un triunfo fundamental para alejarse de la zona peligrosa.
Cambios en el once de Pimienta
García Pimienta introdujo dos novedades en el once con respecto a la cita en Butarque con el regreso de Badé una vez recuperado de sus molestias para formar el eje de la zaga con Kike Salas, a la par que adelantó la posición de Gudelj para sustituir al sancionado Agoumé.
Además, el técnico resolvió la incógnita del costado zurdo con la entrada de Peque, al que ya ha empleado como extremo en alguna ocasión, en lugar de Iheanacho, condenado al banquillo tras su fallida titularidad contra el Leganés. Enfrente, un Rayo Vallecano en el que Íñigo Pérez sentó Aridane, Isi y Camello en favor de Mumin, Unai López y Nteka.
Con estas apuestas, el Rayo intimidó en el arranque con un acercamiento inmediato y con una presión muy adelantada a sabiendas de los errores que suelen cometer los nervionenses en la salida. No obstante, con la lección aprendida tras lo ocurrido con Agoumé en Butarque, el Sevilla solo se decantó por la salida raseada cuando no cabía el riesgo, apostando de lo contrario por el pase largo. Bajo esta consigna, los de Pimienta percutieron de fuera hacia adentro, sobre todo por la banda de Pedrosa o con las arrancadas de Lukébakio, que en el minuto 11 armó un disparo desde la frontal que despejó 'in extremis' Batalla. Justo antes, Badé había cabeceado fuera un medido saque de falta de Gudelj.
Isaac Romero acudía al centro del campo para descargar y acelerar la circulación sevillista para romper líneas dentro de un contexto de alternancia que poco a poco se fue decantando a favor de los sevillistas. De ese modo, el delantero habilitó en carrera a Carmona para que la jugada terminara con un doble intento del belga. Acto seguido repitió acción para provocar una falta peligrosa y casi de inmediato plantarse solo delante Batalla con un magnífico control pero un disparo desviado. El Rayo perdía progresivamente protagonismo con el balón, porque, además, no lograba recuperar por la limitación de riesgos aplicada por los locales.
El lebrijano insistió, porque él nunca se rinde a pesar del gol fallado, y maniobró a la perfección en el área para marcharse de Lejeune y cederle el balón en bandeja a Sow, que llegó desde atrás para batir a Batalla. El Sevilla encontraba premio a su mayor insistencia con un tanto para liberar presión y tranquilizar al Sánchez-Pizjuán. Este tanto impulsó aún más si cabe a los hispalenses, que incrementaron la presión arriba para maximizar la inercia ante un Rayo apocopado y con problemas para salir desde atrás.
No obstante, en pleno empuje nervionense, Álvaro Garcia explotó su velocidad y calidad para desbordar a Badé, pero Pedrosa tapó el disparo y Nteka no acertó a rematar en posición franca. Susto que quedó en nada y el Sevilla, relativamente cómodo, alcanzó el descanso con una ventaja extra, pues en la prologación Unai lópez soltó el brazo para golpear a Isaac Romero en un forcejeo y el colegiado lo expulsó tras ser avisado por el VAR. A los vestuarios, con 1-0 y un hombre más.
Iñigo López movió el banquillo y dejó en el vestuario a Óscar Valentín en favor de Ciss para equilibrar al equipo tras la expulsión, y el Rayo trató de sorprender en el arranque con transiciones ràpidas por la derecha a la espalda de Pedrosa, pero el Sevilla respondió con balón, madurando las posesiones con cuidado para no cometer pérdidas y acelerando en los inmediaciones del área. Para eso cuenta con un puñal como Lukébakio, que desbordó en un pàlmo de terreno y obligó a Batalla a una magnífica intervención.
La réplica rayista la puso Nteka a pase de Álvaro García, con un remate despejado por Álvaro Fernández. Inmediatamente después Isaac Romero demostró que está peleado con el gol al despediciar un mano a mano con Batalla tras pase filtrado de Peque. Alternativas que no gustaban a Pimienta, por lo que dio entrada a Suso para controlar el partido a partir del esférico, lo que no evitó dos desaplicaciones que terminaron con un cabezazo arriba de Pedro Díaz completamente solo y un disparo al palo de Álvaro García por una pérdida de Lokonga.
El Sevilla atravesó por una fase de nervios en la que parecía haberse olvidado de que jugaba con uno más y el Rayo sembró el pánico en el Sánchez-Pizjuán, mas serepuso a tiempo a través de la posesión para alejar a los rayistas y obligarle a atacar en largo. Este oportuno despertar favoreció un epílogo sin apuros para sellar un triunfo perentorio que concede un respiro para buscar la mejoría desde la tranquilidad.
Ficha técnica:
Sevilla: Álvaro Fernández; Carmona, Badé, Kike Salas, Pedrosa (Barco, min. 81); Gudelj, Lokonga, Sow (Juanlu, min. 81); Lukebakio (Suso, min. 73), Peque (Jesús Navas, min. 73) e Isaac.Rayo Vallecano: Batalla; Ratiu, Lejeune (Embarba, min. 86), Mumin, Chavarría; Unai López, Gumbau (Pedro Díaz, min. 71), Óscar Valentín (Pathé Ciss, min. 46); De Frutos (Isi, min. 86), Álvaro García y Nteka (Camello, min. 71).
Gol: 1-0, min. 28: Sow.
Árbitro: Mateo Busquets Ferrer (Comité Balear). Expulsó al rayista Unai López (min. 45). Además, amonestó a los locales Badé (min. 40) y Kike Salas, (min. 47); y a los visitantes De Frutos (min. 9), Lejeune (min. 20), Óscar Valentín (min. 31), Álvaro García (min. 37) y Batalla (min. 92).
Incidencias: Partido correspondiente a la decimocuarta jornada de LaLiga EA Sports celebrado en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante 35.125 espectadores.