Sevilla
Espanyol
El Sevilla FC no pudo pasar del empate en casa (1-1) ante el RCD Espanyol en un encuentro marcado por la fenomenal actuación del portero visitante Joan García, que realizó tres intervenciones de muchísimo mérito a disparos de Dodi Lukébakio y al que sólo pudo batir Loïc Badé desde lejos, justo después de que al francés le fuera anulado un tanto en el que se aprovechó de un choque entre el héroe catalán y Leandro Cabrera que él mismo había provocado. El 75% de posesión (con 575 pases) y el asedio de la segunda mitad, con 25 disparos aunque solamente cuatro entre palos, no brindó la remontada a los de García Pimienta, que se estrellaron también dos veces con la madera y acabaron frustrados contra los de Manolo González, que dieron por buena muy pronto una igualada, aunque tuvieron la sentencia al contragolpe, que no les sirve para salir del pozo.
El inicio fue extraño y accidentado, con una tempranera lesión de uno de los asistentes de Cordero Vega que enfrió más de la cuenta a los protagonistas. Seguramente influyó en el despiste de la zaga nervionense al cuarto de hora, cuando Marash Kumbulla aprovechó un balón suelto en el área, tras una falta que colgó con mucho peligro Álvaro Tejero, para fusilar a placer a Örjan Nyland. Tanto el italo-albanés como sus compañeros estaban en posición legal, según la revisión del sistema de fuera de juego semiautomático. Un jarro de agua fría del que pudo reponerse justo en el ecuador de esta fase el cuadro blanquirrojo, que percutía mucho y bien por los costados. De esta forma, Dodi Lukébakio acarició un nuevo golazo, pero el paradón de Joan García, que se alió con la cruceta, lo impidió. El consiguiente córner lo botaría un activo Rubén Vargas para que Loïc Badé se impusiera a todos por alto para cabecear a la base del poste.
Aunque la suerte le era esquiva, el dominio del balón era abrumador a favor de los anfitriones contra un conjunto catalán replegado en busca del contragolpe, rol que pudo generar perfectamente el 0-2 a siete minutos largos para el descanso (en realidad, para que se cumpliese el tiempo reglamentario, pues se avecinaba un alargue exagerado por varias contingencias, incluida la lesión de Brian Oliván). Se marchó hasta la línea de fondo Jofre Carreras, que recortó a José Ángel Carmona, improvisado sustituto del sancionado Adrià Pedrosa y el lesionado Kike Salas, aunque su centro-chut lo despejó el cancerbero noruego. La respuesta sevillista fue también contundente, cruzándose 'in extremis' Leandro Cabrera para evitar el disparo a quemarropa de Djibril Sow y desaprovechando luego Juanlu Sánchez con su pierna mala una auténtica melé ante el frontón albiazul. Ni tan mal para un primer tiempo, sin duda, entretenido y de alternativas.
El guion se acentuó nada más volver de vestuarios, cuando los de García Pimienta dieron un paso al frente en materia de intensidad y velocidad de circulación, logrando la igualada a los ocho minutos por medio de Loïc Badé, aprovechando a la salida de un córner el aparatoso choque entre Joan García (que lo había forzado con otro despeje espectacular a disparo de Dodi Lukébakio) y Leandro Cabrera, aunque avisó al juez principal desde la sala VOR Pizarro Gómez de un empujón previo del francés al uruguayo que le confirió ventaja en la acción, por lo que el tanto sería anulado. Se redimió enseguida con un ajustado derechazo desde fuera del área quien se ha permitido rechazar al Aston Villa en el presente mercado invernal, haciendo justicia a la mejoría experimentada por los nervionenses. A renglón seguido, a punto estuvieron de invertirse los papeles en el otro extremo del campo, estorbando el ex de Getafe CF y Atlético de Madrid a Örjan Nyland, que se rehizo una vez perdido el esférico.
Pasó en la recta final Manolo González a defensa de cinco, dando indirectamente por buena una igualada que, visto lo visto, sabía dulcísima en la lucha por la permanencia, aunque dejando, por si acaso, dos arriba a la caza de la sorpresa. El tiempo pasaba sin que se atisbara la remontada, por lo que el míster local arriesgó con Leandro Antonetti en lugar de Juanlu Sánchez, si bien reculó un poco cuando se rompió Rubén Vargas. En la recta final pudo pasar literalmente de todo, con el cansancio ya haciendo mella en propios y extraños. Por ejemplo, Fernando Calero asustó al cabecear libre de marca, aunque desviado, el primer córner del RCD Espanyol, al tiempo que, ya en el alargue, buscaron sin suerte petróleo desde larga distancia tanto Saúl Ñíguez como Chidera Ejuke y Loïc Badé. No hubo éxito, quedando el regusto agridulce de una reacción 'interruptus'.
Sevilla FC: Nyland; Juanlu (Antonetti 80'), Badé, Gudelj, José Ángel Carmona; Lokonga, Sow, Saúl; Lukébakio, Vargas (Agoumé 83') y Peque (Ejuke 62').
RCD Espanyol: Joan García; El Hilali, Kumbulla, Cabrera, Brian Oliván (Carlos Romero 19'); Jofre Carreras (Edu Expósito 67'), Pol Lozano (González de Zárate 67'), Král, Álvaro Tejero (Calero 73'); Javi Puado y Roberto Fernández (Alejo Véliz 73').
Árbitros: Cordero Vega (cántabro), con el madrileño Pizarro Gómez en el VAR. Amarillas al local Juanlu, así como a los visitantes Roberto Fernández, Tejero, Pol Lozano y Edu Expósito.
Goles: 0-1 (15') Kumbulla; 1-1 (61') Badé.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 21ª de LaLiga EA Sports, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 33.602 espectadores, con 77 aficionados visitantes en la zona delimitada para ellos y alguno más repartido por el resto de los graderíos. Se guardó un respetuoso minuto de silencio antes del inicio en memoria de Juan Silverio de la Chica Viso, ex vicepresidente y consejero del Sevilla FC, que, dado su amplio historial cofrade también, le homenajeó con unos acordes de la marcha de Semana Santa 'Amargura', de Manuel Font de Anta.