Sevilla 1-0 Celta: Manu lo hace aún más Bueno

Como en el último El Gran Derbi, cuyas ascuas no terminan de apagarse en forma de sanciones (Del Nido Benavente, José Ángel Carmona, Isaac Romero y Juanlu Sánchez), la mermada plantilla del Sevilla FC se conjuró para brindar a su capitán una despedida a su altura, con un triunfo sufrido y trabajado sobre un RC Celta que hizo más ruido que daño. Decía adiós en partido oficial Jesús Navas al Ramón Sánchez-Pizjuán y lo hizo entre lágrimas, primero de emoción y, a la postre, de satisfacción por la herencia que deja en forma de canteranos dispuestos a arrimar el hombro. La escueta victoria la firmó Manu Bueno, inopinado titular y formado igualmente en la Carretera de Utrera, con escala en el Colegio Altair, precisamente cuando se notaba ya la mano de entrenador del nervionense. Con ese acierto puntual y el gran momento de Álvaro Fernández, mano (sí, otra vez) de santo.

De inicio, con Iago Aspas haciendo diabluras como mediapunta, amenazó en varias ocasiones el cuadro vigués, especialmente una conexión del de Moaña con Pablo Durán que terminó con el derechazo forzado de éste al lateral de la red. La defensa adelantada de García Pimienta era una invitación constante para los celestes, de naranja para la ocasión, aunque tiraban con acierto el fuera de juego las más de las veces los blanquirrojos, decididos a estrechar, así, espacios para dificultar la generación visitante. Al cuarto de hora justo, con todo, equilibraba la estadística Dodi Lukébakio, al bajar con apuros un balón en largo en la frontal y disparar abajo para que Vicente Guaita atajase en dos tiempos. Más problemas, si cabe, tuvo a continuación Álvaro Fernández, a punto de ser sorprendido en un centro-chut de Óscar Mingueza. El correspondiente córner lo cabeceó Pablo Durán en el primer palo para que la madera echara un cable al riojano, que se lo agradecería enseguida con un beso.

La llegada referida del internacional belga no era más que un espejismo al filo del ecuador de esta fase inaugural, pues, más allá de una intensa presión alta, poca oposición presentaban los nervionenses, expectante atrás y sin ideas arriba. En el 23, de hecho, Aspas forzaba la 'palomita' de 'Á. Ferllo', pues daba la sensación de que el marcador dependía en esos momentos de la pericia y la precisión en los metros finales de la escuadra de Claudio Giráldez. A diez del intermedio, pareció dar un paso al frente el anfitrión, atacando de fuera hacia adentro, si bien el portero de los gallegos abortó el zurdazo desde el semicírculo de Saúl Ñíguez. El que también rozaría, en esta ocasión, el 0-1 fue Williot Swedberg, aunque el sueco mandó a las nubes inexplicablemente un buen servicio desde la derecha de Pablo Durán. Quedaba ya poco y, entre susto y susto, se firmó un armisticio tácito hasta la reanudación.

García Pimienta retocó en el intermedio su equipo y hasta su dibujo, mandando a la ducha al desaparecido Kelechi Iheanacho para dar la alternativa a Álvaro García Pascual, al tiempo que defendía con tres centrales y dos carrileros para percutir con doble punta. Y, tras un aviso bloqueado a Iago Aspas, acarició el 1-0 Manu Bueno con un zurdazo desde la frontal que merodeó la escuadra. Tenían una marcha más los nervionenses, lo que se traducía en una mayor posesión y en una circulación superior en campo contrario. El mediocentro jerezano estaba calibrando su punto de mira, ya que, tras otro intento a las nubes, la puso en la red, muy pegada al poste, tras un involuntario rebote en Fran Beltrán. Se revisó en el VAR la posición de Gonzalo Montiel, que posiblemente tapaba la vista a Vicente Guaita, aunque los colegiados no entendieron que ese fuera de juego posicional tuviese influencia.

La salida del terreno de juego del Ramón Sánchez-Pizjuán por última vez en partido oficial de Jesús Navas eclipsó los minutos siguientes y brindó un parón pintiparado para los intereses del Sevilla FC e indeseado para los del RC Celta, que acusaron el golpe y buscaron en el banquillo una reacción a contrarreloj. Casi la materializa Carl Starfelt en el 84, aunque su dejada de cabeza en el segundo palo a centro de Óscar Mingueza lo cortocircuitó Nemanja Gudelj enviándola a córner. Con espacios a la contra, casi echa el cerrojo Dodi Lukébakio, que sentó a su par para disparar de derechas al lateral de la red. La respuesta, en un epílogo trepidante, la dio Jonathan Bamba, aunque estaba en posición ilegal cuando empujó el rechace tras el paradón de Álvaro Fernández a Alfon. No dio tiempo para mucho más, escaramuzas aparte, pues los blanquirrojos contemporizaron perfectamente para que la tarde-noche fuera para enmarcar.

Ficha técnica

Sevilla FC: Álvaro Fernández; Montiel (Darío 86'), Badé, Gudelj (Marcao 91'), Kike Salas; Agoumé, Manu Bueno (Lokonga 70'), Saúl; Jesús Navas (Idumbo 71'), Lukébakio e Iheanacho (García Pascual 46').

RC Celta de Vigo: Guaita; Javi Rodríguez, Starfelt, Marcos Alonso; Mingueza, Fran Beltrán (Hugo Sotelo 73'), Moriba, Hugo Álvarez (Ristic 66') (Alfon 79'); Aspas, Swedberg (Bamba 66') y Pablo Durán (Borja Iglesias 73').

Árbitros: Gil Manzano (extremeño), con el tinerfeño Trujillo Suárez en el VAR. Amarillas a los locales Agoumé, Saúl, Badé, Marcao y Álvaro Fernández, así como a los visitantes Pablo Durán, Starfelt, Marcos Alonso y Mingueza.

Gol: 1-0 (65') Manu Bueno.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada aª de LaLiga EA Sports, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 37.295 espectadores, con una amplia representación celeste. Último partido como profesional de Jesús Navas en su estadio, por lo que hubo varios actos de homenaje (empezando por un pasillo de los vigueses, pero también el saque de honor del palaciego junto a sus hijos, Romeo y Jesús) y una camiseta conmemorativa de los anfitriones.