Sevilla 0-0 Betis: Un derbi con el freno de mano

Por el ritmo cochinero, por lo poco que se inquietaron unos y otros (fue la primera parte de toda LaLiga con menos tiros a puerta, uno), por las ganas que parecían tener de que el 0-0 imperase, el último derbi de la temporada 22/23 no pasará precisamente a la historia. El impensable armisticio apenas fue alterado cuando Mendilibar tiró de varios de la 'unidad A' en las postrimerías, con Bravo erigiéndose en salvador de un punto que no viene del todo mal a un Real Betis con el pase a Europa League igualmente en su mano ni a un Sevilla FC con media plantilla acalambrada y pensando ya en la final de esa misma competición, que asoma en menos de diez días. Pero la ocurrencia de Miranda, al que se le cruzaron los cables nada más entrar con un plantillazo terrorífico a Navas que le dejó los tacos marcados en la pantorrilla, aceleró el pulso de todos en el epílogo, con una superioridad numérica de los blanquirrojos que contrastaba con el cansancio. Estuvo más cerca el 1-0 que el 0-1, si bien tampoco ninguno puede hablar de injusticia o de su mayor merecimiento.

El inicio del partido fue sorprendentemente pausado, con ambos contendientes esperando al otro, arriesgando lo justo. Tan sólo aceleraban cuando un error o un robo propiciaban alguna transición, pero sin compromiso para los guardametas. Todo se gestaba entre área y área, con imprecisiones continuas. Desde fuera, cualquiera podría pensar que no se jugaban nada. Pero nada de eso. Las vigilancias eran férreas (Luiz Felipe sobre Rafa Mir, Rekik sobre Canales, Gudelj con Borja Iglesias...) y costaba vulnerarlas. Ayoze, un alma libre, propició a los once minutos la ocasión inaugural: el canario se la quitó a Montiel, combinó con el cántabro y éste, levantándose tras una entrada fuerte abajo, la puso al primer palo para que el 'Panda', muy forzado, desviase lo que pudo el centro, aunque no entre palos. A renglón seguido, el Papu voleó a las nubes desde el semicírculo tras una conducción de Lamela. Ahora, los dos querían mandar, sobre todo para que el contrario no pudiese pensar demasiado. Guido Rodríguez imitó a su compatriota en el 18. La consigna era acabar las jugadas, y la de Luiz Henrique merecía otro broche, aunque tuvo ése.

Mucho más marchamo de gol tuvo la siguiente llegada nervionense, aunque Sabaly evitaría males mayores lanzándose al suelo para evitar que el ex de Atalanta apuntillase en el segundo palo. La respuesta, similar, tuvo a otro campeón del Mundo como artífice, pero el '5' visitante no encontró compañero que remachase su servicio atrás. Veintidós minutos tardó en aparecer el primer disparo entre palos, de Pape Gueye desde la frontal, sin problemas para Bravo. Al filo de la media hora, la parroquia local pidió penalti por mano de Pezzella que no pareció tal. Gil Manzano indicó la posterior falta en el salto de Rekik. El juego se interrumpía más de lo deseable, circunstancia que propició que el tiempo corriese sin nada reseñable que llevarse a la boca. A poco más de seis para el intermedio, Borja no llegaba por poco al centro de Abner, al tiempo que el '9' bético erró al combinar con Luiz Henrique, que la pedía entre los centrales nervionenses, después de una notable acción personal de Ayoze.

No habría valido por fuera de juego, pero Rafa Mir la tuvo a continuación a pase de Óliver, con gran respuesta del cancerbero chileno. Estaba acabando mejor este periodo inicial el Sevilla, ganador en la mayoría de balones divididos y con pierna dura en esos cruces. En el 44, el de Cartagena no llegó a una falta colgada por Rakitic al corazón del área, si bien las sensaciones sonreían por lo general a los de Mendilibar, si bien les faltó tiempo, porque sólo hubo uno de alargue. Pellegrini tomó cartas en el asunto, dejando a Luiz Henrique en el vestuario para dar entrada a Rodri, si bien el primer aviso correspondió al anfitrión, aunque su delantero no acertó, en el segundo palo, a mandar a la red el pase teledirigido del Papu. No tardó demasiado Óliver Torres en pedir el cambio por culpa de un inoportuno pinchazo en la parte posterior del muslo, dando paso en la media punta a Suso.

La inercia del final del primer tiempo seguía favoreciendo a los blanquirrojos, que forzaron un córner al interrumpir Pezzella un centro-chut de Alejandro Gómez que pintaba feo para los intereses verdiblancos. Pape Gueye la mandó muy alta en una jugada prometedora, con buena circulación del recién ingresado. Más solo estaba Lamela, pero Guido desvió lo justo el centro de Alex Telles para que su compatriota no se esperara ese giro final y cabecease desviado. El Betis trató de compensarlo alargando sus posesiones, aunque sin hacer demasiado daño (apenas un par de latigazos lejanos del 'Panda'). A la contra, los nervionenses sí castigaban, aunque Bravo emergió para desviar el zurdazo de Suso y blocar el siguiente del 'Coco'. Ya con muchas variaciones sobre el césped, En-Nesyri no aprovechó la pérdida de Pezzella en la salida, entregando mal para el '17', que llegaba solo.

La más clara de los del 'Ingeniero', paradójicamente, llegó en el 77 en un centro aparentemente inocuo de Rodri que se paseó por el área y dejó pasar incomprensiblemente Montiel, pero Ayoze no se lo esperaba. 'Mendi' fue dando entrada progresivamente a más titulares para el asedio final. Y estuvo a punto de salirle bien en el 85, cuando En-Nesyri la acomodó para encontrar a Lamela, que la mandó rasa, muy cerca del palo, aunque por fuera. Pero el derbi más tranquilo de los últimos años no podía terminar con normalidad. A tres del epílogo, una entrada terrible de Miranda a Navas a la altura de la tibia terminó con el olivarense en la caseta nada más entrar por Abner, tras avisar convenientemente Medié Jiménez al árbitro principal desde la sala VOR. La tángana entre los banquillos resultó inevitable, pero, afortunadamente, se calmarían los ánimos.

Con uno más, tocaron a rebato los blanquirrojos, que pidieron penalti en una caída de Suso ante Paul, aunque la acción continuó para que el delantero marroquí peinase un centro cerrado que abortó de nuevo Bravo. No hubo tiempo para más, pues el Betis se replegó con acierto y dejó pasar los minutos para amarrar un empate que, visto lo visto, debe hasta celebrar. No le sirve para asegurar su presencia en Europa por tercer curso consecutivo, pero sí para dejar a ocho puntos a un eterno rival que ha llegado como un tiro a esta recta final. En el caso sevillista, la obligada apuesta por la 'unidad B', con refuerzos de lujo sobre la bocina, estuvo a punto de salirle bien.

FICHA TÉCNICA.-

Sevilla FC: Dmitrovic; Montiel (Jesús Navas 82'), Gudelj, Rekik, Alex Telles (Acuña 82'); Rakitic, Pape Gueye; Lamela, Óliver Torres (Suso 49'), 'Papu' Gómez (Bryan Gil 70'); y Rafa Mir (En-Nesyri 70').

Real Betis: Bravo; Sabaly, Pezzella, Luiz Felipe, Abner (Miranda 80'); Guido Rodríguez, William Carvalho (Paul 71'); Luiz Henrique (Rodri 46'), Canales (Joaquín 80'), Ayoze; y Borja Iglesias (Juanmi 65').

Árbitro: Gil Manzano (extremeño), con el catalán Medié Jiménez en el VAR. Roja directa al visitante Miranda (87'). Amarillas a los nervionenses Montiel y Rekik; así como a los heliopolitanos Luiz Henrique y Paul.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 35ª de LaLiga, disputado en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla ante 41.392 espectadores, con varios centenares de béticos en las gradas.