R. Madrid
Sevilla
El Sevilla FC perdió sobre la bocina ante el Real Madrid (1-0) gracias a un buen tanto de Modric, por lo que el despertar de los de Quique, con ocho puntos de 12 posibles ante CA Osasuna, Rayo Vallecano, Atlético de Madrid y Valencia CF, se ve frenado en Chamartín. Antes, Lunin evitó que Isaac Romero diera la sorpresa, Nyland mantuvo en pie a los suyos y un protagonista inesperado, Fernández Buergo, se comería el marrón de decidir si un posible fuera de juego posicional de Rüdiger interfería o no en la acción más decisiva del choque. El cuarto árbitro, sustituto en la reanudación del lesionado Díaz de Mera Escuderos, heredó la presión por el gol anulado por el manchego a Lucas Vázquez y, ante el silencio de su paisano González Fuertes desde el VAR, concedió un 1-0 a la postre definitivo que obliga a los foráneos a seguir mirando hacia abajo en la clasificación.
La puesta de largo de los nervionenses en el Bernabéu no pudo ser mejor: Ramos imponía su ley en área propia y Soumaré en la parcela ancha, con transiciones prometedoras y masivas en ataque cada vez que era posible. De hecho, tras dos anticipaciones exitosas del camero a Brahim y Vinícius, más otra de Boubakary ante Rodrygo, avisaron los visitantes con una galopada de Isaac y un servicio en ventaja para En-Nesyri, que marró con su pierna mala en el segundo palo. A renglón seguido, los blancos atinaron en su primera llegada: Lucas Vázquez supera a Nyland en el mano a mano, sorprendiendo desde atrás, aunque la acción se revisó en la sala VOR, acudiendo el de Daimiel al monitor, a instancias del gijonés, para terminar anulando el tanto por una falta previa de Nacho a En-Nesyri. La respuesta nervionense fue el regreso a la interesante dinámica previa, con un remate a la media vuelta de Ocampos, anulado por codazo al propio carrilero gallego, que desviaba Lunin con apuros.
El susto para los de Quique había sido, parafrasendo al querido Ismael Medina, morrocotudo, pero la media hora hasta el descanso resultó relativamente tranquila para los este domingo azulinos. Un par de escaramuzas, con intentos desviados de Vinícius, y un disparo al lateral de la red de Tchouaméni constituyeron el parco bagaje ofensivo de anfitriones, desquiciados con el colegiado y empeñados en protestar cada falta en busca, seguramente, de la tradicional compensación en este escenario cuando las decisiones no favorecen a los de Florentino. Le costó más estirarse al Sevilla, más allá de un contragolpe donde Isaac protestó un empujón dentro del área, pues los espacios escaseaban y parecía más inteligente pertrecharse a la espera de que el cansancio y la desesperación brindasen otras opciones más adelante. En el alargue de este periodo inicial, eso sí, Fede Valverde forzó la estirada de Nyland para mandar a córner su latigazo lejano. Fue lo último antes de volver a vestuarios.
El guion no varió un ápice en la reanudación, con la defensa nervionense, eso sí, más adelantada para constreñir el margen de maniobra de un Real Madrid que tardó poco en anunciar sus aviesas intenciones y, de paso, desatar las hostilidades de ida y vuelta: Brahim la cuelga y Fede Valverde, indetectable desde atrás, la manda al poste; el portero noruego ataja a continuación un tiro de Rodrygo que rozó en un zaguero; Lunin se lució en la siguiente acción ante el zurdazo a quemarropa de Isaac; el propio Rodrygo completó un slalom con un derechazo que merodeó la escuadra; Nyland evitó el tanto de Vinícius con una gran estirada; y Kike Salas se cruzó milagrosamente para convertir en córner, de nuevo, el que habían botado los merengues y ya olía al 1-0. Todo eso sin que se hubiese cumplido siquiera el cuarto de hora, muestra inequívoca de que, ahora sí, había un partidazo entre manos.
El Sevilla se quitó un poco la presión dibujando un par de contras en superioridad, aunque el parón por la lesión de Díaz de Mera Escuderos enfriaría a todos. Ya con el suplente Fernández Buergo a los mandos, Vini Jr seguía haciendo de las suyas, pero con el bueno de Örjan respondiendo. No podría hacer nada ante el ajustado disparo de Modric, que, tras recortar a Soumaré, la puso imposible, con toque en el poste incluido. Los de Quique pidieron al novato que lo revisara en el monitor, pues Rüdiger estaba en fuera de juego posicional, pero no hubo cambios en un panorama ya irresoluble para los visitantes, que, como ante el FC Barcelona en Montjuic, nadaron con cierta holgura para terminar ahogándose en la orilla. Un broche que no pudo evitar Kike Salas con un testarazo desde cerca sobre la bocina, por desgracia, tantas veces visto con estos dos contendientes, sobre todo en la capital de España.
Real Madrid: Lunin; Lucas Vázquez, Nacho (Modric 74'), Rüdiger, Mendy; Tchouaméni, Fede Valverde, Kroos, Brahim (Dani Ceballos 90'); Vinícius y Rodrygo (Álvaro Rodríguez 94').
Sevilla FC: Nyland; Jesús Navas (Juanlu 75'), Badé, Sergio Ramos, Kike Salas (Nianzou 91'), Ocampos (Januzaj 91'); Soumaré, Sow, Óliver Torres (Suso 75'); Isaac Romero (Alejo Véliz 75') y En-Nesyri.
Árbitros: Díaz de Mera Escuderos (castellano-manchego), sustituido por lesión en el minuto 65 por el asturiano Fernández Buergo (cuarto árbitro), con el asturiano González Fuertes en el VAR. Amarillas a los locales Kroos y Carlos Ancelotti (técnico), así como a los visitantes Ocampos, Nianzou y Sow.
Gol: 1-0 (81') Modric.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 26ª de LaLiga, disputado en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid ante a espectadores, con a sevillistas en las gradas. Realizó el saque de honor el campeón del Mundo de peso pluma de la UFC Ilia Topuria. Se guardó luego un minuto de silencio por las víctimas del incendio de Valencia. Sergio Ramos, capitán durante muchos años del Real Madrid, fue recibido con aplausos en un pequeño homenaje de los que fueran su equipo y su afición. En el minuto 60, Díaz de Mera Escuderos se retiró por lesión y sería sustituido por el cuarto árbitro, Fernández Buergo.