Aunque hay muchas otras y son más importantes que ésta para la sociedad, una de las cosas positivas que va a traer el final del 'culebrón Rubiales' y la renuncia de éste es que otros temas que han quedado olvidados u ocultos van a tener su espacio informativo después de tres semanas en las que el torbellino desatado por el ya expresidente de la RFEF lo acaparó todo.
Hace ya una semana que El Confidencial publicó el auto del Magistrado Joaquín Aguirre sobre la instrucción del 'Caso Negreira'. En él emitía una serie de resoluciones con respecto a los pagos del Barça al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), entre ellas, que dichos pagos provocaron una presunta "corrupción sistémica" en el arbitraje español. Justo antes, El Mundo había publicado el informe de la Guardia Civil en el que resolvió que este Comité arbitral tuvo "un funcionamiento irregular" y que sus decisiones no habrían sido siempre "imparciales".
Pero tal vez lo más llamativo de todo ello es que el juez instructor no sólo respaldó la opción de que el Real Madrid haya entrado en el caso como acusación particular, sino que abrió la puerta al resto de equipo de Primera división que se enfrentaron al Barcelona entre 2001 y 2018 para poder hacer lo mismo, ya que pueden "perjudicados por la supuesta trama".
De eso no se ha vuelto a hablar cuando antes de que el 'Caso Rubiales' hubiera estallado habría tenido mucha más repercusión. Pero la cuestión es que ninguno de esos clubes perjudicados tampoco ha dicho nada ni se ha posicionado para presentarse como acusación particular en el caso.
El Sevilla, que sacó pecho por haber sido el primero en condenar el 'Caso Negreira', no se ha movido. Y eso que perdió una Liga, la de 2007, precisamente por 'errores' claros de arbitraje -de Iturralde González- en el penúltimo partido, en un campeonato que tenía marcado el sello blaugrana si Tamudo no hubiera aparecido en la prolongación del derbi barcelonés. ¿A qué está esperando para presentarse y denunciar?
Y si me refiero al Sevilla por ser un directo perjudicado, qué decir de un Valencia que en aquel entonces peleaba en la zona alta, de otros clubes que perdieron la categoría por pequeños detalles... Nadie se ha movido ni ha dicho que vaya a hacerlo. Y tiempo para ello ha tenido. Al menos para señalarlo.
Se supone que, con el fin del 'Caso Rubiales', otros asuntos, como este 'Caso Negrerira' volverán a copar la primera plana. Si en el primero ya ha quedado resuelto en el plano deportivo con la salida del expresidente -queda el judicial por su deplorable acto, pero eso es otra historia-, en el que implica a los árbitros y al Barça todo está por dilucidar, porque ya ha pasado casi un año desde que se destapase y aún no ha tenido consecuencias.