Osasuna
Sevilla
Ni Osasuna ni Sevilla querían empatar este partido, pero ninguno salió del todo descontento. Uno y otro se lo dejaron todo en un encuentro de los que gusta ver, en los que hubo de todo menos goles y en los que nadie sale perdedor. El equipo navarro quería ganar su primer partido en casa y Sevilla hacer lo propio fuera. Ambos lo necesitaban tras un inicio de temporada muy irregular, especialmente por parte sevillista, pero ninguno tuvo la frescura y el acierto necesario en el área del contrario para merecer algo más que un punto.
Osasuna comenzó, como el año anterior, más fuerte, tratando de encerrar a un Sevilla que salió con dudas tras el mal inicio de temporada y la lesión de su capitán minutos antes y al que no le duraba la pelota más de tres pases.
Los navarros presionaban, robaban cerca del área y daban una sensación de peligro, pero luego, no lograba finalizar. En parte, gracias al trabajo de Badé y, especialmente, de un Gudelj espectacular.
El equipo de Mendilibar empezó poco a poco a salir de su cueva y, tras un aviso lejano de Rakitic al cuarto de hora que pilló adelantado a Herrera y se le fue por poco, todo se equilibró.
Osasuna seguía a los suyo, pero ya el equipo nervionense empezaba a tener poco a poco la pelota y, con su rival volcado, a llegar al área de Herrera.
Oliver, tras una salida de Herrera fuera del área, lanzó por encima de la defensa y el balón pasó rozando el palo. Ocampos también la tuvo, mediada esta primera mitad, tras cazar un rechace y, de volea, mandar el balón junto al poste derecho de la portería de Osasuna.
Los navarros, mientras tanto, también llegaban, pero siempre se tocaban con Gudelj, hasta el punto de que Nyland no tuvo que intervenir hasta la segunda mitad.
Pese a ello, contaron con la ocasión más clara de la primera mitad, en una contra que finalizó Mojica con un centro sobre el Chimy Ávila, que el argentino mandó a las nubes en el segundo palo.
Justo antes había llegado la jugada polémica, una mano en el área navarra que el colegiado de la Sala VOR, Jaime Latre, no consideró suficiente como para llamar al árbitro principal a ver el video.
La segunda mitad empezó con un Sevilla más ofensivo y un Osasuna que no reculaba y eso dio paso a un partido de ida y vuelta que mejoró lo visto en la primera mitad.
Lubebakio, con más espacios, empezó a aparecer y, por esa misma banda, Rubén Peña pedía paso. Entre tanto, Torró erraba un balón claro dentro del área que le había caído del cielo; Oliver respondía con un disparo centrado... Todo muy abierto.
Entre medias, el Chimy Ávila aparecía, de nuevo, para quedarse solo ante Nyland y superarlo tras picarle la pelota. El balón, por fortuna para el Sevilla, acabó en el palo.
Sólo se llevaba un cuarto de hora tras la reanudación y ya había pasado de todo. Los banquillos empezaron a moverse, pero nada cambió. Las oportunidades seguían llegando gracias a los espacios que dejaban uno y otro. Parecía increíble que aún nadie hubiera marcado.
Lubebakio a banda cambiada, Budimir a la media vuelta, Jordán con una falta en la frontal, Moi Gómez... todos lo intentaron en un tramo final que, con los dos equipos muy cansados, fue más loco si cabe. Al final, el empate dejó a muchos guerreros tirados por el suelo. Lo habían dado todo y ninguno mereció perder.
Osasuna: Herrera; Peña (Areso, m. 85), David García, Catena, Juan Cruz; Chimy Ávila (Raúl, m. 85), Torró, Iker Muñoz (Moi Gómez, m. 68), Aimar Oroz, Mojica (Kike Barja, m. 68); Budimir (Rubén García, m. 85).
Sevilla: Nyland; Sánchez, Badé, Gudelj, Salas (Pedrosa, m. 77); Rakitic, Jordán, Óliver Torres (Sow, m. 85); Ocampos, Lukebakio, Rafa Mir (En-Nesyri, m. 71).
Árbitro: Iglesias Villanueva (gallego). Amonestó a Budimir y Torró por parte de Osasuna, y a Rakitic, Kike Salas y Pedrosa por parte del Sevilla.
Incidencias: Disputado en El Sadar ante 19.670 espectadores.