Osasuna - Atlético de Madrid: Los colchoneros sobreviven y El Sadar estalla contra el árbitro

Henchido de moral por el incontestable triunfo en el derbi madrileño ante el Real Madrid, el Atlético de Madrid salió mandón a El Sadar. Aprovechó esa buena dinámica para poner en escena la fórmula con la que arrinconó a su eterno rival. Pero tras el descanso, sólo hubo un color sobre el césped: el rojillo de las camisetas de los jugadores de Osasuna. Al final, los puntos volaron a la capital de España merced a un 0-2, pero en Pamplona se seguirá hablando mucho tiempo de un gol anulado a David García que pudo ser el empate a uno.

Morata había avisado a los seis minutos con un disparo desviado con el exterior, mientras la defensa navarra aguantaba y hacía caer en fuera de juego una y otra vez a los atacantes colchoneros. Hasta que a los 19 minutos, justo después de que Osasuna asustara con un duro chut de Torró, apareció Lino por banda izquierda, como hiciera en el derbi, para meter un centro envenenada al que Morata no pudo llegar, pero sí Griezmann, que casi sin ángulo y en semivolea, marcaba no sin fortuna tras tocar el balón en el suelo y sorprender a Aitor Fernández.

El gol hizo que el Atlético cambiara su plan. Sin pudor alguno, decidió entregar el balón a su rival y replegarse con orden en busca de un contragolpe, dejando que Osasuna maniobrase hasta el descanso sin demasiado peligro. La más clara la tuvo Mojica en el 36’ con un duro disparo que tocó el lateral del poste.

Osasuna, muy superior al Atlético en la segunda parte

Tras el paso por vestuarios fue otro cantar. Ahora sí, los rojillos apretaron de lo lindo e hicieron sufrir a los de Simeone, que se desgañitaba en la banda pidiendo a los suyos una reacción. Sólo le faltaba al cuadro navarro concretar en remates todo su caudal de juego ofensivo, con la grada apretando para buscar entre todos el empate.

Empezó asustando Chimy Ávila con un remate que tapó Oblak y otro chut desviado. También la tuvo Lucas Torró. Y luego David García de cabeza. Y así hasta llegar al minuto 75, cuando de nuevo David García cabeceaba y conseguí llevar el balón a la red. Martínez Munuera, sin embargo, decidió anular el gol por una falta sobre Witsel, si bien las imágenes no son nada claras y lo que parece haber es un empujón de Giménez sobre Aimar Oroz, que acaba golpeando al futbolista belga del Atlético.

A Jagoba Arrasate se lo llevaban los demonios y el colegiado le mostraba la roja por sus protestas. Y del que pudo ser el 1-1, se pasó al 1-2 en apenas seis minutos. Riquelme no fallaba en una contra y dejaba helado El Sadar. De ahí al final, protestas, roces y tras dos expulsiones, las de Morata y Chimy Ávila por doble amarilla. El Atlético suma y sigue, pero tuvo que sudar sangre para doblegar a un Osasuna superior en la segunda mitad.