El Elche se agarra a la Primera división con uñas y dientes tras derrotar al RCD Mallorca en Son Moix. Los de Machín se niegan a descender matemáticamente y un gol de Lucas Boyé les bastó para llevarse los tres puntos. El equipo de Javier Aguirre empató el partido en los minutos finales gracias a un gol de Muriqi, pero el clegiado anuló el tanto tras un manotazo de Maffeo sobre Raúl Guti.
Todos esperaban una goleada en Son Moix. Un equipo que solo había logrado un triunfo en 23 jornadas, distanciado en 15 puntos de la permanencia, diezmado por las bajas de jugadores importantes en sus filas, no debería ser un rival de cuidado. El conjunto verdiblanco cuajó 96 minutos a la altura de un equipo que se niega a darse por derrotado antes de tiempo. Su segunda victoria de la temporada tiene mucho mérito porque la consiguió en un campo muy complicado.
El Mallorca, no obstante, salió con mucha fuerza al terreno de juego y ya en el primer minuto llegó con peligro en dos ocasiones protagonizadas por Kadewere y Pablo Maffeo. El Elche sorteó como pudo la salida en tromba de su rival y, poco a poco, fue nivelando las acciones. La defensa visitante no se dejó intimidar por la corpulencia de Muriqi ni la velocidad del zimbabuense. Respondió con acierto a cada intentona de los bermellones para abrir el marcador, y cuando no lo hizo, tuvo la suerte de su lado, como en el minuto 23, cuando el franco-angoleño Nteka despejó un disparo a quemarropa de Dani Rodríguez en la misma línea de gol.
Fue la mejor y única oportunidad clara de los mallorquinistas en la primera parte. Los jugadores de Aguirre tuvieron el balón, pero no la claridad suficiente para inquietar al guardameta Edgar Badía.
Tampoco les fueron mejor las cosas a los mallorquinistas en la reanudación. El Elche, con Tete Morente sustituyendo a Carmona, que había visto una tarjeta amarilla, atacó primero y pudo abrir el marcador por intermedio de Fidel. La solución que buscó Aguirre fue sentar a Kadewere y poner en su sitio al mallorquín Abdón Prats, ídolo de la afición local pero que no suele tener muchos minutos.
Ponce tuvo el gol, pero erró en un mano a mano con Rajkovic. El que no falló, poco después, fue Lucas Boyé quién marcó adelantándose a toda la defensa mallorquinista. El argentino le tiene tomada la medida al terreno de juego de los bermellones. La pasada temporada marcó los dos goles del empate (2-2) ante el Mallorca.
El final fue trepidante, con el colegiado Munuera Montero anulando un gol a Muriqi en el tiempo de descuento por un manotazo de Pablo Maffeo a Raúl Guti en la jugada previa. Ahí se esfumó la racha triunfal del Mallorca ante un Elche que sale de Son Moix muy fortalecido en su objetivo de luchar hasta el final para evitar el descenso.