Salvo contadas excepciones, la mayoría de los clubes de LaLiga han tenido serios problemas para cuadrar sus cuentas y ajustarse al estricto control económico que impone LaLiga, siendo el Barcelona y sus 'palancas' uno de los mayores afectados. Esto ha hecho que se vivieran complicadas situaciones en el pasado mercado de verano, con los equipos teniendo que vender para aligerar su masa salarial antes de poder concretar nuevos fichajes, teniendo serios problemas para inscribir a muchos de esos refuerzos.
La excusa para explicar esta delicada situación financiera del fútbol español sigue siendo el covid y las consecuencias que la pandemia tuvo sobre la economía. Por ello, desde el ente que preside Javier Tebas han tomado la decisión de rebajar ese control económico que mantienen sobre los clubes. Una medida que entrará en vigor este próximo mes de noviembre, según informa Relevo, y que supondrá un alivio sin duda para todos los equipos, desde el Barcelona hasta los de Segunda división, pasando por Valencia, Sevilla o Betis.
Las críticas de entrenadores como Rafa Benítez, que ponía de ejemplo el modelo de la Premier League, han servido para que Tebas suavice sus medidas, aunque el modelo no cambia. No se quiere incentivar el gasto por encima de un balance equilibrado, aunque esto haya provocado que se invierta más de seis veces menos en fichajes que en Inglaterra. Lo que se busca es tratar de ayudar a los clubes, pues todavía hay 10 de ellos entre Primera y Segunda con el límite salarial excedido.
Son muchos los presidentes que han pedido una solución y preocupa también la falta de inversión para que el producto de LaLiga no se vea devaluado. Por ello, la patronal de clubes, con Tebas a la cabeza, ya maneja diferentes medidas que se sumen a los préstamos de CVC.
Para empezar, la idea es dar facilidades para las ampliaciones de capital, como la llevada a cabo este pasado verano por el Betis. Hasta ahora, esta inyección económica tenía que ser diluida por los clubes en cuatro temporadas, con los que los beneficios tardaban más en hacerse palpables, mientras que ahora se ha recortado el plazo a dos años, buscando con ello que la ayuda sea más rápida.
Sí queda por concretar en este caso el porcentaje de las ampliaciones de capital que los equipos pueden destinar al límite de su plantilla, pues LaLiga no quiere que suba del actual 25% para evitar el ‘truco’ de algún dirigente que decida inyectar dinero sólo con ese fin y luego derive en una situación de impagos.
Por otro lado, otra de las medidas que deben ser debatidas, aunque existe un consenso generalizado para aprobarla, es prorrogar el plazo de cinco años para diluir las pérdidas derivadas de la pandemia. Hasta ahora, el mismo alcanzaba hasta la temporada 26/27, en la que clubes podían pagar aún el 25% de ese volumen de negocio que perdieron por la clausura de los estadios, entre otros aspectos.
Todo ello deriva en la tan necesaria ayuda que exigen los clubes con el tope salarial, especialmente aquellos que se han pasado, pues las ampliaciones de capital ya no sólo servirán en gran medida para mejorar las cuentas del club, sino también para invertir en la mejora de las plantillas a través de la eliminación de las pérdidas generadas por el covid.
Ahora debe ser la Asamblea de LaLiga la que apruebe todas estas medias en noviembre, algo que sucederá salvo sorpresa, pues ha sido los propios dirigentes de los clubes los que se han dirigido a la patronal para pedir una solución.