Todo el mundo sabe que la relación entre Javier Tebas, presidente de LaLiga, y Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), no era la mejor. Ambos ejecutivos mantenían varias disputas por el control del fútbol nacional que se centraban en el fútbol femenino, en el masculino, la gestión de los árbitros... por ello no es extraño que con el caso Luis Rubiales en pleno auge, ahora apartado de la RFEF por su beso a Jenni Hermoso en la celebración del Mundial de fútbol ganado por la selección española femenina hace unos días, Javier Tebas haya hablado sobre Luis Rubiales del que dice que ha causado un gran "daño reputacional" al fútbol nacional.
"A nivel de fútbol español es el mayor daño de impacto reputacional que hemos tenido en la historia y, a nivel de país, también. Hay más de 130.000 noticias digitales sobre (Luis) Rubiales y todas en la misma línea, nunca ha habido un impacto de tal nivel", opinó Tebas durante su participación en el Sports Summit Leaders, organizado en Buenos Aires por el diario deportivo Olé.
Javier Tebas también habló sobre la actitud de Luis Rubiales, quien se negó a dimitir de su puesto como presidente de la RFEF. "No dimite porque cree que no hizo nada malo y eso es peor todavía. No se ha dado cuenta de que lo critican, no sabe dónde está el trato de la dignidad con la mujer y vulnera la relación jefe-subordinada. Tú no puedes hacer eso jamás".
Javier Tebas no se ha quedado ahí y ha dado su opinión sobre el beso que Luis Rubiales le dio a Jenni Hermoso. "Más allá de la figura de acoso sexual o no. Es inconcebible, impresentable y bochornoso que un jefe pueda pedirle a una empleada, agarrándola de la cabeza, 'dame un pico' y diga lo que diga la empleada -porque es su jefe y no tiene tiempo de reacción- celebrando un título del mundo, te lo intente justificar diciendo que tiene consentimiento”, argumentó.
Además de eso, Javier Tebas salió en defensa de Jenni Hermoso y afeó la actitud de Luis Rubiales. "El señor Rubiales tiene que saber que no puede agarrar a una jugadora como un saco de patatas. Tiene que saber que no puede agarrar a la reina del hombro y ya no digo del espectáculo de tocarse los genitales en un palco. Apunta a una conducta de cómo entiende la vida hacia las mujeres. No me sorprendió”.