El Getafe cerrará el año con dos partidos consecutivos a domicilio en LaLiga EA Sports, ante Sevilla FC y Atlético de Madrid. Por ello, las opciones se reducían al máximo ante la obligatoriedad de tener que disputar un partido a puerta cerrada en el Coliseum antes del 8 de enero.
Así, ya se conoce que el Getafe - Rayo Vallecano de la jornada 19, previsto para el martes 2 de enero a partir de las 17:00 horas, se disputará sin público en las gradas del estadio getafense, al tener que cumplir el equipo azulón una sentencia de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, contra la que ya no cabía recurso.
Fue el pasado 7 de noviembre cuando se decretó la clausura del estadio por un encuentro por los incidentes violentos registrados durante el choque disputado frente al Tenerife el 24 de junio de 2017.
"Se cerrará o en Copa, si nos toca jugar en casa, o el día 2 contra el Rayo. Es una barbaridad después de todos los años que han pasado. Eso no quiere decir que apoye lo que ocurrió, pero ha habido cosas más graves y el campo no se ha cerrado. Espero que eso sirva de escarmiento", aseguró este martes el presidente del Getafe, Ángel Torres.
Horas después de estas declaraciones, el sorteo de dieciseisavos de final de la Copa del Rey deparó el enfrentamiento contra el Espanyol en Cornellà, lo que supone que el Getafe, al jugar como visitante, tendrá que cumplir la sanción contra el Rayo.
Los hechos sancionados se remontan a la campaña 16-17, en el partido de vuelta de la última eliminatoria de ascenso a Primera división entre el Getafe y el Tenerife. En el mismo, se escucharon cánticos en el Coliseum, "de forma coral y coordinada", de 'asesino, asesino' contra el jugador local Sergio Mora.
Además, en dicho encuentro se lanzaron también botes de humo desde el fondo donde habitualmente se ubica el grupo ‘Comandos Azules’, con los aficionados más radicales del club madrileño, quienes se prepararon para invadir el césped a la finalización del duelo para celebrar el ascenso.
Así mismo, el equipo arbitral y algunos jugadores no pudieron alcanzar el túnel de vestuarios, por lo que tanto la Delegación del Gobierno como la Real Federación Española de Fútbol abrieron investigaciones que concluyeron con una sanción económica y el cierre del estadio, que aún estaba pendiente desde entonces.