Se esperaba mucho del RCD Mallorca esta temporada y en parte ha cumplido. No olvidemos que alcanzó la final de Copa del Rey 21 años después de la mano de Javier Aguirre. Además, estuvo cerca de ganarla. Un partido (1-1) que se decidió en una emocionante tanda de penaltis. Pero en LaLiga las cosas no le han salido como esperaba. Prueba de ello es que a falta de tres partidos para el final aún no está matemáticamente salvado. Puede lograrlo esta jornada intersemanal si logra puntuar en Pamplona. En el plano individual, hay varios jugadores de la plantilla bermellona cuyo rendimiento ha sido muy mejorable.
Un ejemplo es el caso de Cyle Larin. El Mallorca apostaba por el delantero canadiense para formar una punta de ataque envidiable en Primera división junto al Vedat Muriqui. Lo cierto es que no se ha adaptado al juego de Javier Aguirre y su papel ha sido discreto. Los baleares pagaron al Valladolid 7,5 millones de euros que pueden ser ocho en función de variables. Firmó un contrato de larga duración, hasta junio de 2028. Su primer año puede catalogarse de decepción.
A fecha de hoy, el ariete norteamericano suma 39 encuentros entre Liga y Copa. Ha anotado seis goles, de los cuales dos fueron en competición doméstica y cuatro en el torneo del KO. Su presencia en la titularidad es intermitente, como su papel en el ataque. No marca desde la jornada 20 ante el Celta de Vigo en Son Moix.
Y eso que Larin venía avalado de una buena imagen la media temporada que jugó en las filas del Real Valladolid. No consiguió evitar el descenso a Segunda pero se erigió como uno de los jugadores más determinantes de la segunda vuelta en la temporada 2022/2023. Anotó ocho goles en 19 partidos.
El cuadro pucelano efectuó la opción de compra que tenía sobre él al Brujas. Pagó 1,5 millones de euros para traspasarlo ese mismo verano rumbo al Mallorca. Pero el caso de Larin no es el único que puede catalogarse de decepción en las islas. Otro nombre del que se esperaba más es el de Sergi Darder. Después de que su salida del Espanyol se convirtiera en un culebrón, acabó aterrizando en Son Moix por ocho 'kilos'. Ha sido un fijo para Javier Aguirre pero ha estado lejos de ser ese jugador determinante.
El mercado de traspasos está a la vuelta de la esquina y habrá que estar atento a lo que ocurra con Cyle Larin. Una salida planea en los despachos mallorquinistas si la oferta es razonable.