Girona
Celta
El Girona despertará mañana en la cumbre de la tabla. Como un líder serio. Capaz de superar adversidades y de pegar en el momento preciso. Contra un Celta ordenado y atrevido por momentos, padeció más de lo esperado, pero resolvió con un golazo de Yangel Herrera en la recta final justo después de que el árbitro anulara un tanto a los vigueses que traerá cola.
Lo cierto es que aventaja al Real Madrid en tres puntos a espera del Clásico y que dispone de opciones de terminar la jornada en lo más alto, lo que, sin duda, ya no se puede considerar una casualidad.
Así, el Girona arrancó con la intención de imponer un ritmo intenso y de intimidar al Celta desde el primer minuto. Y lo cierto es que avisó pronto con un remate alto de Dovbyk, si bien una emergencia médica en la grada, en el sector de los aficionados vigueses, por un mareo de un hincha, frenó este ímpetu. Al final, todo quedó en un susto tras la rápida intervención de los servicios médicos.
Cuando se reanudó el encuentro, el Celta se recompuso y supo frenar el ataque en estático de los de Míchel, sufriendo cuando Savinho le imprimía velocidad con campo por delante, como cuando sirvió un pase de la muerte al que no llegó el ucraniano.
Fogonazos puntuales a los que respondieron los vigueses con un lanzamiento de Renato Tapia tras apoyarse en Aspas y un remate potente de Bamba, que decidió jugársela él solo cuando disponía, quizás, de mejores opciones. Gazzaniga despejó su disparo escorado.
El partido entró en una fase muy accidentada, con la lesión de David López, por el que ingresó en el campo Juanpe, o la dura entrada de Couto a Bamba. Subió la temperatura del choque y se llegó al descanso sin tantos.
La segunda parte arrancó como la primera, con un remate de Dovbyk, aunque en esta ocasión, acabó en las manos de Guaita, y la ambición del Girona de asumir el control y empujar hacia su área a los vigueses. Le costó en un principio, sobre todo por las nuevas interrupciones, pero la velocidad de Savinho agitó a los locales, que empezaron a encontrar el camino para generar peligro, como un pase sin rematador del brasileño o un disparo potente de Aleix García.
Eso sí, la más clara llegó por un error garrafal de Renato Tapia, cuya pérdida del balón habilitó finalmente a Couto, que no precisó en una posición inmejorable. Míchel movió ficha y quiso revolucionar el ataque con Stuani y Portu, si bien el Celta, lejos de encerrarse y dedicarse a resistir a pesar del cambio defensivo introducido por Benítez, también apretó y dispuso de varias llegadas.
Una de ellas terminó en la red por obra de Luca de la Torre, pero el colegiado lo anuló al considerar falta un choque previo entre Gazzaniga y Dotor, generando mucha polémica. Esta acción desconcertó a los célticos y el Girona lo aprovechó en el último suspiro con un latigazo desde fuera del área de Yangel Herrera que prolonga el sueño en Montilivi. Porque para ser líder también hay que saber sufrir y los de Míchel han superado la prueba con nota. No es un líder cualquiera.
Girona: Gazzaniga; Arnau (Tsygankov, min. 79), David López (Juanpe, min. 47+), Blind, Miguel; Aleix García; Yan Couto, Herrera, Iván Martín (Portu, min. 67), Sávio; y Dovbyk (Stuani, min. 67)
Celta: Guaita; Kevin Vázquez, Starfelt, Unai Núñez, Manu Sánchez; Luca, Tapia, Dotor (Fran Beltrán, min. 85), Bamba (Óscar Mingueza, min. 75); Aspas y Larsen
1-0, min. 91: Herrera.
Árbitro: Díaz de Mera (comité castellanomanchego). Amonestó a los locales Yan Couto (min. 45+7), Stuani (min. 77) y Juanpe (min. 82), y a los visitantes Kevin Vázquez (min. 55) y Unai Núñez (min. 77).
Incidencias: Partido de la undécima jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Estadi Municipal de Montilivi ante 12.671 aficionados.