Girona 1-2 Betis: Borja Iglesias envía invitaciones para una semana de fiesta en La Palmera

La crónica de ESTADIO Deportivo de la derrota ante el Getafe CF del pasado miércoles se titulaba 'Se va de la fiesta sin abrir el regalo', haciendo referencia al gesto serio de todos los futbolistas del Real Betis al no poder celebrar con su afición la victoria que habría sellado de manera matemática el pase a la Europa League. Los regalos se los habían ofrecido sus rivales directos, que le habían regalado una séptima plaza que en Heliópolis no veían motivo de celebración. Tampoco hubo ninguna expresión institucional de efusividad cuando, al día siguiente, el Athletic perdía en Pamplona y ya convertía en virtual la sexta plaza de los de Pellegrini, que puso en valor lo logrado pero dejó claro en la previa de la visita al Girona FC que el objetivo era "terminar la temporada ganando y jugando bien".

Ahora sí, toca fiesta. El doblete de Borja Iglesias en Montilivi, para remontar el tanto de Miguel Torres en casi la única ocasión clara de los locales, fue la invitación perfecta para una semana entera de fiesta en La Palmera. El próximo domingo día 4, fin de fiesta en el Benito Villamarín con la tranquilidad de estar matemáticamente en Europa League y como anticipo del homenaje a Joaquín Sánchez, que vivirá ante el Valencia CF su partido 622 en Primera división para igualar el récord de Andoni Zubizarreta en su último encuentro oficial de su exitosa carrera deportiva de 23 años en la elite. Como remate de los festejos, el día 6 nueva cita en Heliópolis para el partido tributo a la leyenda portuense. Un bonito final para una temporada que se ha hecho larga pero que ha vuelto de ser de nota alta, como ya es costumbre con Pellegrini.

Control absoluto hasta el accidental 1-0

El Betis saltó a Montilivi a buscar el punto que necesitaba con seis cambios en el once de Pellegrini con respecto al partido del miércoles ante el Getafe CF. Edgar suplió al sancionado Pezzella y volvieron Sabaly, Miranda, William Carvalho, Rodri y Borja Iglesias. La consigna en el tramo inicial era la paciencia: empezar una y otra vez la jugada, sin arriesgar, jugando lejos del área del renovado Claudio Bravo y conservando la pelota para moverla de un lado a otro, tratando de imprimir un ritmo de juego sosegado que bajase las pulsaciones a un Girona FC que tenía que salir a tope porque se jugaba sus últimas opciones de meterse en Europa. Sin balón, juntaba líneas, ejercía una presión alta y tiraba faltas tácticas para reordenarse, recuperar el control e impedir que el equipo de Míchel (hizo cinco cambios) rascase bola.

Yangel Herrera, con un disparo lejano cruzado en exceso, un par de acciones a balón parado del Betis, y los portentosos duelos entre el rapidísimo Valery y un solvente Sabaly animaron el primer cuarto de hora de un partido gobernado claramente por la clarividencia de William Carvalho -qué jugador-. La seguridad del luso, que mentalmente siempre va tres pases por delante de la jugada, y el dinamismo de Rodri, con el 'toco y me muevo' de toda la vida, mejoraban mucho al irregular Canales de las últimas citas; con los laterales abriendo campo y con Guido Rodríguez pasando la escoba con eficacia.

Lo que faltaba era conectar más con Ayoze y Borja, que hasta el 22' habían entrado poco en juego. En ese minuto, el tinerfeño perdonó el gol o Gazzaniga se lo negó, eso ya según las gafas con las que lo mire cada uno. El caso es que Valery se la jugó con una estrepitosa cesión atrás que el jugador cedido por el Leicester supo leer e interceptar para quedarse solo ante el portero del Girona FC, que respondió a su derrechazo ajustado con una gran estirada. También apareció el Panda, en su caso en el 29' con un acrobático taconazo de escorpión tras un gran servicio de Canales que se fue ligeramente alto, aunque de marcar habría sido anulado porque estaba ligeramente adelantado. Rodri, con un disparo alto tras conducir en una rápida diagonal entre tres rivales, seguía sumando argumentos a favor del Betis.

El dominio era absoluto, pero el Betis iba a volver a redundar en la máxima de que en esta recta final de curso le cuesta un mundo marcar y encaja a la más mínima oportunidad que concede. En el 36', en la única ocasión de peligro local, Miguel Gutiérrez puso el 1-0. El lateral zurdo bajó el balón con el pecho en su campo y recorrió 50 metros en los que sólo Guido le salió al paso, para tirar una pared con su compañero en el Real Madrid Castilla Reinier y batir a Bravo de un disparo cruzado que hizo vibrar a las gradas de Montilivi, que llevaban conteniendo el rugido toda la primera mitad. No hubo reacción en los nueve minutos que quedaban hasta el descanso.

Es mas, el Betis acusó el golpe y lo simbolizó con imprecisiones, especialmente por parte de un Carvalho que hasta el 1-0 estaba mostrándose muy lúcido a la hora de llevar la manija del partido. Quizás ayudase Pellegrini o las noticias de los resultados de Osasuna y Athletic, que le valían para ser sexto. El caso es que le sentó genial el paso por vestuarios, pues se vio a los jugadores verdiblancos (azules en Girona) con gesto distentido en el largo preámbulo de espera para empezar al mismo tiempo todos los partidos de una jornada con horario unificado y la reanudación no pudo ser mejor.

Apenas transcurrido un minuto y medio de la segunda mitad, Canales sorprendió con uno de sus clásicos desmarques de ruptura, irrumpió por la izquierda y la puso perfecta para que Borja Iglesias la mandase a la cazuela. El Panda sólo llevaba un gol en los diez últimos partidos y ese déficit lo estaba notando el Betis. El gallego acompañó el remate a placer con su pierna derecha y celebró su decimocuarto tanto en LaLiga para poner de nuevo el viento en la popa de la nave heliopolitana.

Tras una fase de lógica efervescencia local, con muchos duelos y disputas, el Betis supo esperar a que bajase el suflé y volvió a buscar el golpe definitivo. Edgar rozó el gol en el 63', con una sorprendente carrera por dentro para recibir un pase filtrado de Rodri y definir, topándose con la salvadora salida de Gazzaniga. En el córner, Canales volvió a cogar un caramelo al área -esta vez desde la derecha- y Borja soltó un cabezazo que se estrelló contra el larguero. Estaba con la flechita roja. Se veía en su manera de buscar los balones, por lo que no sorprendió su destreza para atacar el primer palo y meter la puntera para empujar al fondo de la red un medido servicio de Miranda en el 1-2 (77').

Ahí acabó el partido, más allá de que Claudio Bravo tuvo que hacer un paradón al Taty Castellanos en el 80' y otro a Tsygankov en el alargue. También Gazzaniga le hizo otro a Canales, en un balón que en realidad era un pase para el 'hat-trick' de Borja que David López dirigió hacia su portería.

Los últimos minutos fueron para ver a Joaquín Sánchez, que salió bajo una respetuosa ovación para sumar diez minutitos en su partido 621 en LaLiga. Tuvo una contra en el 95' que no supo ejecutar. Finalizó con un disparo flojo y centrado desde la frontal teniendo a dos compañeros solos; pero esa se la tenía que jugar. Ahora toca fiesta.

- Ficha técnica:

1- Girona FC: Gazzaniga; Arnau Martínez, Juanpe (Bernardo 46'), David López, Miguel Gutiérrez; Valery, Oriol Romeu, Yangel Herrera (Áleix García 61'), Tsygankov; Reinier (Javi Hernández 78'); y Taty Castellanos.

2- Real Betis: Claudio Bravo; Sabaly, Luiz Felipe, Edgar, Miranda; Guido Rodríguez, William Carvalho (Guardado 82'); Rodri (Joaquín 82'), Canales (Aitor Ruibal 88'), Ayoze (Juanmi 68'); y Borja Iglesias (Willian José 88').

Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (Comité Castellano-manchego). Amonestó a Guido Rodríguez.

Goles: 1-0 (36') Miguel Gutiérrez; 1-1 (47') Borja Iglesias; 1-2 (77') Borja Iglesias.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga en Primera división disputado en el estadio de Montilivi de Girona ante 12.833 espectadores -entre ellos varios cientos de béticos-, la segunda mejor entrada de la temporada en el feudo rojiblanco.