Florentino Pérez y Joan Laporta parecen haberse tendido la mano en todo este asunto del ‘Caso Dani Olmo’. O al menos eso lo parece, para sorpresa de algunos. Esta línea ‘de paz’ que siguen ambos viene desde hace tiempo o al menos desde que el nombre de la Superliga ronda por la cabeza del mandatario blanco. Parece mentira que tras la cautelar emitida por el CSD al Barça sobre las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, el máximo rival de los azulgranas mantenga silencio al respecto. Otros clubes sin embargo no se han quedado de brazos cruzados. Lo cierto es, que por triste que parezca, la postura del Real Madrid no vale lo mismo que la de otros clubes.
“El Barça y el Madrid se tienen que ayudar. Lo digo con toda sinceridad. El primer club del mundo es el Madrid, pero el Barça está entre los grandes. Con El Clásico, la historia y todo, tenemos que pensar que es un club que está entre los más grandes del mundo”, sorprendía diciendo Florentino Pérez hace escasamente mes y medio ante la Asamblea General de Socios del Real Madrid.
‘Pero, ¿cómo que se tienen que ayudar?’, pensarán algunos. Una cosa es el respeto y otra muy distinta es ayudar al otro para que gane. En este silencio sepulcral del Real Madrid crece la duda y sobre todo el misterio de los intereses que hay detrás tanto de un equipo como de otro. O más bien el interés común.
Que se ha cometido una injusticia en este caso, solo los más forofos lo negarían. Y que el CSD ha impuesto sus leyes como ha querido haciendo distinción entre unos y otros clubes, pues también. Al FC Barcelona ni siquiera le vale el dicho aquel de ‘Quien hizo la ley, hizo la trampa”, puesto que la ley se puede modificar como hemos visto según los intereses que haya detrás. Al Gobierno, o más bien al ente público, parece que también le interesa que el Barça siga compitiendo al máximo nivel, independientemente de los centenares de millones de euros que deba.
¿Por qué ese trato a favor hacia el Barça? ¿Al Real Madrid le interesa que al Barça le vaya bien? ¿Desde cuándo? Si nos remontamos hace unos años, Florentino Pérez sorprendía con una auténtica revolución dentro del mundo del fútbol, presentando el proyecto de la Superliga. Los grandes clubes europeos apoyaron su idea, incluido el FC Barcelona, pero viendo que los aficionados (sobre todo en Inglaterra, todo hay que decirlo) se les echaron encima con protestas viendo las desigualdades que podría haber en dicha competición hecha para que los grandes fueran más grandes, se quedaron prácticamente solo.
Joan Laporta y el Barça seguían las instrucciones del Real Madrid cual marionetas, no les quedaba otra viendo la situación económica que atravesaba y que parece ser más grave aún a día de hoy. Todo apunta a que estas directrices siguen estando sobre la mesa en las relaciones tanto de los madridistas como de los culés. Así lo demuestran con el silencio sepulcral del conjunto blanco.
Los focos estarán en el palco del King Abdullah de Yeda, donde Florentino y Laporta volverán a verse las caras, al menos de manera pública. En medio de todo este barullo está la postura de Javier Tebas, quien hasta ahora ha sido de los pocos en señalar indirectamente al Real Madrid por su silencio. Al final va a tener razón, por mucho que haya gente que no sea partidaria de sus ideas.