Cádiz y Real Sociedad firmaron ayer un empate a cero en un partido competido y emocionante que deja a los andaluces con mayor ventaja sobre los puestos de descenso y mantiene a los vascos en órbita europea. En líneas generales, el colegiado gallego Iglesias Villanueva solventó el partido con acierto, si bien los jugadores cadistas reclamaron dos penas máximas y los donostiarras una, pero con mucha menos fuerza.
Sin embargo, los jugadores realistas terminaron bastante molestos con el arbitraje pero por la permisividad que tuvo con algunas acciones violentas de ciertos jugadores del conjunto amarillo. Y entre las 'denuncias' hechas en sus redes sociales, destacan las de Álex Remiro y Take Kubo, quienes usaron sus cuentas personales para mostrar algunas imágenes del partido que no habían sido arbitradas con justicia según sus criterios.
Kieran Tierney, Martín Zubimendi y el lesionado Aritz Elustondo también protestaron sobre el campo ciertos comportamientos de Iván Alejo o Alcaraz. Pero en el caso de Kubo, el japonés publicó en Instagram las dos acciones en las que Alcaraz le propina un manotazo en el estómago, primero, y le zarandea hasta tirarle al suelo, en otra de ellas.
Mientras tanto, el portero del conjunto donostiarra, que se llevó una amarilla por protestar airadamente esa segunda infracción a su compañero, escribió lo siguiente: "¡Una pena el empate! No todo vale en el campo. ¡Cerramos un 2023 espectacular, ilusión para el 2024! ¡Eskerrik asko!".
Estas críticas sorprenden y encienden a la afición amarilla, sobre todo, tras ver que, a los dos minutos de juego, no se pitaba un penalti por mano de Le Normand por considerarla el colegiado una acción involuntaria pese a las protestas locales.
Y por si fuera poco, en la recta final del partido, Chris Ramos cayó en el área tras un centro de Lucas Pires que volvió a poner al Nuevo Mirandilla en pie reclamando la pena máxima, pero el forcejeo no pareció suficiente para pitar penalti.
El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, como acostumbra, no habló del arbitraje y analizó así el empate conseguido en el feudo gaditano: "No hemos estado acertados de cara a la puerta contraria. No hay excusas, ha sido un partido competido y sabíamos que iba a ser complicado y difícil”.
En este mismo sentido, el técnico realista alabó el "trabajo defensivo" de los pupilos de Sergio González, subrayando que es por ello lo que “cuesta mucho” ganar al Cádiz: “Son muy correosos y eso te obliga a estar muy bien”.
No obstante, el preparador vasco se marchó valorando lo más positivo del partido: "Salir con la portería a cero ante un Cádiz que está peleando por salir de abajo tiene mucho mérito".