La figura del árbitro es fundamental en el fútbol. Además de los 22 jugadores sobre el césped, es de vital importancia que un colegiado dirija el encuentro, ayudado por sus asistentes y un cuarto árbitro. Sin ellos no habría fútbol.
El debate sobre la calidad del arbitraje español es permanente, incluso desde que empezó a usarse el VAR. Sin ir más lejos, en el partido que cerró este lunes la jornada en LaLiga SmartBank saltó la polémica por un más que cuestionable penalti pitado al Málaga CF.
También es un debate latente el de la mejor liga del mundo. Hay quienes colocan a la liga española en primera posición y quienes apuestan por la Premier League inglesa.
Encontrar el consenso en ambos temas es prácticamente imposible, lo que no se puede rebatir es que los árbitros españoles son los que más cobran de Europa.
En nuestro país, el salario de un colegiado se divide en dos partes, un salario base, es decir, una parte fija, y otra variable. Al mes, un árbitro de Primera gana 12.500 euros de salario base, variando esa cantidad según el número de encuentros que arbitre.
Los árbitros principales de cada partido ganan un extra por encuentro de 4.200 euros, una cantidad que baja a los 2.100 en caso del árbitro de VAR.
Estos emolumentos son exclusivos de Primera División. En competiciones europeas como la Champions League se suele pagar entre 5.000 y 7.000 euros por encuentro, dependiendo del prestigio de cada colegiado.
LaLiga SmartBank también puede presumir de pagar buenas cantidades a sus árbitros, aunque sus emolumentos no son comparables a lo que gana un colegiado en la máxima categoría del fútbol español.
Los árbitros de Segunda tienen un salario fijo mensual de 6.000 euros, al que se le puede añadir un variable de 1.800 euros por encuentro arbitrado, 900 euros en el caso del árbitro VAR.
Al margen de todo esto está también los mundiales de fútbol. Con Catar 2022 a la vuelta de la esquina, cabe destacar que en el Mundial anterior, Rusia 2018, un árbitro cobraba 57.000 euros de sueldo base, más 2.500 por partido. En el caso de los asistentes de banda, su salario fue de los 20.000 a los 1.600 euros, dependiendo de la categoría de cada uno.
El de árbitro es un trabajo muy sufrido, pero también muy bien recompensado, al menos en nuestro país.