La Real Sociedad tiene a mano certificar uno de sus objetivos de esta temporada, clasificarse por quinto año consecutivo para competiciones europeas, y lo logrará matemáticamente si vence este jueves a un Valencia que perdería toda opción y que sueña con esta remota posibilidad. La séptima plaza está muy cerca, pero los de Imanol Alguacil aspiran a recuperar la sexta, que les daría boleto para la Europa League. Para ello parece imprescindible vencer al conjunto che en el Reale Arena. El duelo estará dirigido por el árbitro César Soto Grado, del Comité Riojano.
La victoria asegurará la disputa de la Conference League, un premio menor tras haber jugado Champions esta temporada y haber pasado prácticamente toda la campaña entre los seis primeros. Aunque el club valora la clasificación europea por quinto año consecutivo, un hito que no había logrado hasta ahora, su principal objetivo sigue siendo jugar la Europa League. Tendrá que intentarlo sin Martín Zubimendi, a quien se esperaba pero que ha sufrido una recaída de su lesión muscular que probablemente le hará perderse los tres partidos que restan para completar la competición liguera.
Tras la derrota contra el Barcelona, se espera que la Real Sociedad recupere su dibujo habitual, con Take Kubo o Sheraldo Becker y Ander Barrenetxea en los extremos, mientras que será Beñat Turrientes quien probablemente dirija al equipo en el puesto de Zubimendi.
La Real tampoco podrá contar con Igor Zubeldia, también lesionado, y probablemente Kieran Tierney recupere su puesto en el lateral izquierdo, después de que en Barcelona ocupara esa plaza el diestro Jon Mikel Aramburu. La proximidad del partido del Barcelona y, sobre todo, la del decisivo encuentro del domingo contra el Betis, puede llevar a Alguacil a plantear rotaciones, más allá de las de los dos extremos que no fueron titulares en Montjuic. Puede ser el momento de Arsen Zakharyan en el puesto de interior en sustitución de Brais Méndez o, más improbable, de Mikel Merino.
Más complicado lo tiene el Valencia, que aunque llega con la misma mala dinámica que la Real Sociedad, afronta a este encuentro totalmente obligado a la victoria y a recuperar el cómputo particular si quiere tener alguna mínima opción para acabar en séptima posición y alcanzar la Conference League.
El equipo de Rubén Baraja tiene que hacer un nueve de nueve en las tres jornadas que restan de campeonato liguero y esperar un descalabro de la Real Sociedad, al que tiene que ganar por dos goles de ventaja para que, en caso de empate a puntos, el equipo de Mestalla se sitúe por encima de la clasificación al término de la jornada 38.
Lo hará con José Luis Gayà de nuevo en la convocatoria. El capitán, que estuvo en la lista el pasado fin de semana pero no jugó ni un minuto ante el Rayo, podría participar dos meses después de su lesión de cuádriceps y ser el revulsivo que necesita el Valencia, que acumula tres derrotas consecutivas y cuatro partidos seguidos sin ganar.
El conjunto valenciano, que lleva más de dos partidos sin marcar, tiene además la duda de Hugo Duro, el gran referente del equipo en ataque y que lleva trece goles, pero que no se ha podido entrenar este miércoles por unas molestias en el aductor y será duda hasta última hora.
Por su parte, el Valencia tampoco podrá contar con Fran Pérez, que sigue con molestias en la espalda, ni con Jesús Vázquez, con una lesión en el aductor, más allá de las bajas de larga duración de Jaume Doménech y Mouctar Diakhaby.
Así, los de Baraja tendrán que apurar en Anoeta sus pequeñas opciones europeas con una plantilla en la que Yarek podría repetir como titular en el lateral izquierdo, como ya ocurriera ante el Rayo Vallecano, a expensas de conocer si Gayà podría jugar de inicio, mientras que Yaremchuk podría ocupar de nuevo el puesto de titular por las molestias de Duro.
Real Sociedad: Remiro; Tierney, Pacheco, Le Normand, Traoré; Beñat Turrientes, Mikel Merino, Zhakharyan; Barrenetxea, Take Kubo y Mikel Oyarzabal.
Valencia CF: Mamardashvili; Thierry, Mosquera, Cenk, Yarek; Peter Federico, Pepelu, Javi Guerra, Sergi Canós; Diego López y Yaremchuk.