Alavés
Osasuna
Osasuna despertó de su letargo en Mendizorroza con pegada y una intervención determinante de Sergio Herrera que le permiten tomar impulso en Liga ante un Alavés que se vació, pero recibió dos golpes decisivos.
Primero el 0-1 de Arnaiz cuando todo apuntaba a lo contrario y después la expulsión de Antonio Blanco un minuto después de haber disfrutado de una ocasión clamorosa para empatar.
Así las cosas, arrancó el partido con un Alavés más dinámico, más convencido de su propuesta, que no tardó en obligar a dar un paso atrás a un Osasuna demasiado incómodo. Fruto de este mayor empuje, Hagi acarició el 1-0 en el minuto 5 con un potente lanzamiento a balón parado despejado por Sergio Herrera.
El Alavés percutía al espacio con velocidad, rompiendo sin demasiados problemas las líneas rojillas, lo que permitió a Hagi disponer de una nueva ocasión en el minuto 18, tras una magnífica salida rápida que terminó con una apertura a la derecha que finalizó con un disparo raso que rozó el palo derecho de la meta visitante.
Osasuna solo lograba llegar con balones impulsados desde la retaguardia, especialmente por Catena, y sufría demasiado en la contención, si bien, poco a poco, logró estirarse, especialmente con incursiones por la izquierda. Por ahí llegó un centro que remató de forma inverosímil Arnaiz, protagonista poco después con un auténtico golazo.
Tenía ganas de formarla y lo hizo con un lanzamiento lejano que entró como un obús por la escuadra derecha de Sivera. Imparable.
Trató el Alavés de reaccionar de forma inmediata, y Luis Rioja tuvo el empate con un cabezazo que se encontró con la intervención salvadora de Sergio Herrrera. Había mandado más el Alavés, pero la pegada rojilla permitió a Osasuna llegar con ventaja al descanso.
La segunda parte comenzó con otro duro golpe para el Alavés, pues en un solo minuto pasó del posible 1-1 a quedarse en inferioridad por expulsión de Blanco.
De hecho, en una acción de tiralíneas, el balón le llegó en posición inmejorable a Hagi para remachar a la red, pero apareció Sergio Herrera para despejar su remate a bocajarro. Y en la acción siguiente, en una réplica inmediata de Osasuna, Blanco derriba a Arnaiz como último hombre y, aunque fue muy protestada, el colegiado lo vio clarísimo y el VAR no intervino.
El Alavés acusó el revés y el Osasuna tomó el control con un hombre más con la intención de dormir el partido, si bien el Glorioso, con orgullo y coraje, se estiró merced a los cambios de García Plaza y Duarte disfrutó de una excelente oportunidad tras dejada de Samu.
También pudo empatar Sola con un remate despejado a córner en un partido que se trabó en demasía, entre otras cosas por las dos lesiones sufridas por Osasuna, que perdió a Mojica, recién ingresado en el campo, y el meta Sergio Herrera, héroe por su paradón con 0-1.
En plena desesperación alavesista, Osasuna dispuso de una oportunidad para sentenciar en una acción de Budimir que finalizó con remate al larguero de Rubén García. No perdonó, sin embargo, el croata pocos minutos después, cuando finiquitó el choque tras revolverse en el área con habilidad, reflejo de la pegada de un Osasuna que conquista nuevamente Mendizorroza ante un Alavés con méritos pero sin puntos.