Manuel Pedrero3 min lecturaEl derbi del Merseyside es el más caliente de la Premier League. Así lo dicen las estadísticas: los encuentros entre el Everton y el Liverpool son los que más rojas acumulan con un total de 23 desde el cambio de nomenclatura de la máxima división en Inglaterra. El choque terminó en tablas después de que Tarkowski lograra el empate para los 'toffees' en la última acción del partido. A partir de ahí la locura se apoderó de Goodison Park y los enfrentamientos entre jugadores, entrenadores y miembros del cuerpo técnico obligó a la Policía a tener que separar. Imágenes duras las vistas en la mejor liga del mundo.
El Liverpool se presentaba en el estadio de su máximo rival con la intención de aumentar aún más su renta con el Arsenal. El combinado de Arne Slot vio como Beto adelantó al Everton rebasado el minuto diez de envite. Sin embargo, cinco después sería el argentino Alexis Mac Allister el que firmaría el empate a uno de cabeza. Con cinco amarillas en el primer acto, todavía quedaría lo 'mejor' para el final. Un desenlace violento con golpes, empujones y muchos piques entre los jugadores de ambos equipos.
Mo Salah haría el 1-2 en el 73' tras una buena acción colectiva de los 'reds'. Pero en un derbi no se puede cantar victoria hasta el final y el Everton, con más corazón que cabeza, iba a encontrar el premio del empate en el tiempo de descuento. James Tarkowski enganchó una volea que desató la locura absoluta en Goodison Park.
Lo que ocurrió después con el pitido final del árbitro fue bochornoso. Tanganas, peleas, empujones e insultos entre una gran mayoría de protagonistas de los dos conjuntos. El balance se saldó con las expulsiones de Curtis Jones, Doucouré, además de Arne Slot y su ayudante Sipke Hulshoff.
El enganchón principal entre Jones y Doucouré dejó a los dos enganchados con los compañeros tratando de separar y más integrantes en segunda fila tratando de poner paz. Hasta tal punto que la Policía se vio obligada a emplearse a fondo para minimizar el conflicto desatado.
Arne Slot no quiso meterse a interior de vestuarios y siguió porfiando con el colegiado Michael Oliver. Triste despedida de Goodison Park en un derbi de Merseyside. El Everton dejará su estadio para mudarse la próxima temporada a Bramley-Moore Dock.
