Jesús Galiano4 min lecturaEl Arsenal tropezó en su visita a Goodison Park, firmando un empate 1-1 ante el Everton, un resultado que prácticamente deja el título de la Premier League en manos del Liverpool. Con una distancia de 11 puntos entre los de Jürgen Klopp y el conjunto de Mikel Arteta, la liga parece haber quedado sentenciada.
A solo tres días del crucial enfrentamiento frente al Real Madrid por los cuartos de final de la Champions League, los 'Gunners' optaron por un enfoque claramente conservador. Arteta dio descanso de inicio a figuras como Martin Ødegaard y Gabriel Martinelli, lo que afectó notoriamente la capacidad ofensiva del equipo. La presión fue mínima, y el control de balón se priorizó por encima del riesgo. Todo apuntaba a que el técnico español prefería evitar sobresaltos antes del duelo europeo.
Las bajas por lesión en defensa obligaron al técnico del Arsenal a improvisar una línea trasera con Ben White, que volvía tras una larga recuperación, y los centrales Saliba y Kiwior, acompañados por el joven canterano Lewis-Skelly en el lateral izquierdo. En el centro del campo, Jorginho, Declan Rice y Mikel Merino no lograron imprimir dinamismo, mientras que en ataque, Sterling y Trossard intentaron generar peligro junto al juvenil Ethan Nwaneri.
El gol del Arsenal llegó al filo del minuto 30, tras una rápida transición comandada por Sterling, que habilitó a Trossard para el 0-1. A partir de ahí, el conjunto londinense se dedicó a conservar la ventaja, sin buscar con decisión el segundo tanto. Las entradas en la segunda mitad de Saka, Martinelli y Ødegaard llegaron demasiado tarde, cuando el encuentro ya había perdido fluidez.
En la segunda parte, una acción dudosa entre Lewis-Skelly y Harrison acabó en penalti a favor del Everton. Pese a la revisión del VAR, el árbitro Darren England mantuvo su decisión, y Ndiaye transformó la pena máxima para igualar el marcador. El Arsenal intentó reaccionar, pero el ritmo lento y especulativo del inicio pesó demasiado.
Mientras tanto, la prensa británica apunta a una revolución en la plantilla de cara a la próxima temporada. Según publica The Mirror, hasta 11 jugadores podrían abandonar el club, entre ellos Zinchenko y Kiwior. También suenan nombres como Martín Zubimendi y Alexander Isak como posibles refuerzos.
Tras el pitido final, la sensación era la de haber perdido una gran oportunidad. El estadio lucía radiante bajo el sol del norte inglés, pero el brillo del juego se apagó con el empate. Pickford destacó con varias paradas clave, y el Arsenal terminó con la mente más en el Santiago Bernabéu que en la Premier.
En palabras de Mikel Merino, Arteta “es un entrenador muy completo que ha aprendido de los mejores, especialmente de Guardiola. Está construyendo un equipo dominante que impone su estilo, pero también adapta su metodología. Para mí, es uno de los mejores del mundo”.