Durante una de las visitas de Jesús Martínez al Principado de Asturias, el líder del Grupo Pachuca expresó abiertamente su deseo de ver a un Oviedo más enfocado en el ataque. Estas declaraciones coincidieron con buenos resultados del equipo azulón, poco después de la llegada de Álvaro Cervera al banquillo. Las palabras de Martínez, como cualquier otra declaración pública del mexicano, tuvieron un impacto significativo tanto dentro como fuera del club, aunque Cervera no hizo ninguna valoración sobre aquello en ese momento.
Al final, el ex del Cádiz se enfocó en salvar al equipo, cosa que ha hecho de manera holgada, incluso compitiendo por entrar en los play-offs de ascenso a Primera al final de la temporada. Meses después de la declaración de Jesús Martínez, Álvaro Cervera reveló que sí se llevaron a cabo reuniones informales con el objetivo de encontrar puntos en común.
"Desde la amistad y las buenas formas, intentamos hacerle ver que esto es el fútbol español, no el mexicano. La Segunda División puede que sea la quinta o la sexta liga más importante del mundo. Hay momentos que hay un dueño que pone el dinero y hace las cosas como él cree oportuno", dijo recientemente en una entrevista a Valencia Capital Radio.
"Nosotros tenemos aquí a Agustín Lleida como director general. Es clave tener gente de aquí. Si intentas gestionar un club a control remoto, mal", siguió explicando Cervera, que ahora debe llegar a un entendimiento con los dueños para planificar la plantilla para el curso que viene. La dirección deportiva ovetense tiene en cuenta las peticiones del técnico, que quiere más velocidad arriba.
Durante la entrevista, el entrenador del Oviedo confesó una anécdota que le ocurrió esta temporada con el técnico de moda en el fútbol español, el entrenador del Sevilla FC, José Luis Mendilibar, recientemente ganador de la UEFA Europa League, declarándose un admirador de su trabajo.
"Mendilibar me parece un tipo extraordinario, me cae muy bien. Cuando fuimos a jugar a Granada paramos en Sevilla y nos entrenamos allí. Mendilíbar acababa de fichar por el Sevilla, vino a vernos, se acercó, me saludó y me dijo, '¿te puedo pedir un favor?' Y me pidió quedarse en una esquina porque quería verme entrenar. Es muy cercano", comentó Cervera.
"Yo he sido 'mourinhista' toda la vida, pero me alegró mucho la victoria de Mendilibar ante la Roma", concluyó el preparador guineano.