Osasuna está quemando sus últimos cartuchos para poder jugar la temporada que viene la Europa Conference League. Tras la decisión tomada por el Comité de Apelación de la UEFA y de dejar a los rojillos fuera de la Conference League de la temporada 2023-2024, los rojillos decidieron que no se iban a quedar de brazos cruzados y que agotarían todas las vías posibles para jugar en Europa la próxima temporada. Cabe recordar que Osasuna se ganó este derecho sobre el terreno de juego y que la UEFA la está castigando por algo que ocurrió en el pasado y que fue el propio club el que lo destapó.
Osasuna ha enviado y presentado la documentación pertinente al TAS (Tribunal Arbitral del Deporte) en busca de que los tres árbitros encargados del caso, se posicionen a favor de Osasuna. El club rojillo lleva ya varios días trabajando en la preparación de la documentación.
La entidad presidida por Luis Sabalza ha aportado todas las explicaciones requeridas por la UEFA con más de 300 páginas en las que se busca demostrar el buen hacer del club navarro, en especial la actual directiva. De esta forma se quiere desligar de las malas prácticas efectuadas por los antiguos dirigentes.
La decisión que vaya a tomar el TAS sobre la decisión de aceptar o no a Osasuna en la próxima Europa Conference League no puede demorarse demasiado. La competición tendrá su primer sorteo (ya se están jugando las fases previas) el próximo 7 de agosto. Las sensaciones respecto a la documentación presentada y a la respuesta por parte del organismo pertinente son buenas. El esfuerzo del club rojillo se espera que sea recompensado.
La UEFA está siendo tajante con el tema de las apuestas y la eliminación de Osasuna no sería la primera que llevaría a cabo el máximo organismo del fútbol europeo. El pasado mes de junio se conoció que el Virtus, club de San Marino fue sancionado sin jugar la Europa League por un tema de apuestas ilegales en 2017 que salpicó a jugadores y dirigentes del propio club.
Otro caso similar ha ocurrido en Bielorrusia con el Isloch de Minsk, tras ganarse el derecho a jugar la Conference League, también se han quedado fuera por unos amaños ocurridos en 2016. Mientras tanto Osasuna y también Athletic Club de Bilbao, esperan la decisión del TAS. De lo que suceda dependerá también la planificación deportiva de ambos conjuntos.