Alberto Gálvez4 min lecturaSeis puntos separan a Osasuna de las plazas europeas a falta de diez jornadas. Complicado sí, pero en la entidad navarra no entienden de imposibles tras la final de Copa del Rey que jugaron el curso pasado. Sobre todo si está Jagoba Arrasate en el banquillo.
Y precisamente en la continuidad del técnico rojillo siguen pensando en la planta noble de El Sadar hasta en la misma semana en la que se enfrentan al Real Madrid. En ella y en asegurarse el futuro del club con su cantera. Y hoy los rojillos han dado un paso al frente con una de sus joyas. Se trata de Osamblea, jugador del Promesas, quien ha renovado hasta el 30 de junio de 2026.
En dicho contrato se ha establecido una cláusula de 6.000.000 euros mientras sea jugador del filial y la misma ascenderá a 15.000.000 en el momento en el que forme parte de la plantilla del primer equipo.
De esta forma, el futbolista navarro de 19 años ha prolongado su estancia en Osasuna por dos años más, si bien el club se ha guardado una opción de prorrogar la vinculación hasta el 2028.
Osamblea llegó a Tajonar con sólo diez años, después de haberse iniciado en el fútbol en el Bidezarra y Ardoi. Ha jugado en todas las categorías de la estructura formativa de Osasuna desde el alevín hasta el Promesas, donde está disputando su segunda campaña en una división tan exigente como la Primera Federación. El curso pasado disputó 31 partidos y en lo que va la presente temporada ya acumula 25, en los que ha marcado tres goles.
Unos números que le están haciendo ser una de las grandes sensaciones del filial este curso y Jagoba Arrasate está contando con él durante los últimos entrenamientos. Tanto que está pensando muy seriamente en hacerle debutar esta misma temporada, por lo que de no continuar, podría ser la última perla que pule el de Berriatua antes de marcharse.
Y es que tras seis temporadas en el club, Arrasate cada vez alinea a más canteranos en sus onces, algo que gusta mucho en El Sadar. Y es uno de los motivos por los que la directiva quiere que se quede, porque sabe sacar petróleo de la propia casa, si bien el técnico aspira a más.
Sus últimas palabras sobre dicho asunto fueron las siguientes: "No se trata de alargar o de ganar tiempo. No son cosas normales. Braulio me traslada, yo lo proceso, pienso, hablo con mi gente, le doy unas vueltas, me sentaré con él y pronto se sabrá. Después de seis años tengo que estar convencidísimo para seguir, porque creo que es lo mejor para Osasuna también, y en eso estamos. Tengo que saber cómo respira el vestuario, cuál es el plan del club, cómo puede ser la planificación, la temporalidad de esa oferta, son muchas cosas”.