Paula Fiorella Méndez3 min lecturaA tan solo 48 horas para que empiece el Mundial, Qatar está presionando a la FIFA, a petición de la familia real, para que la venta de alcohol en los estadios quede totalmente prohibida.
Durante estos últimos días los organizadores del evento deportivo, realizaron los primeros cambios moviendo los puestos de cerveza Budweiser a zonas donde fueran menos visibles a petición directa de un miembro de la familia real. Sus motivos son el temor de que la venta desmesurada de alcohol en los estadios, pueda desestabilizar a la población local.
Esto desconcertó a la empresa ya que tenían un acuerdo pactado sobre como se iba a distribuir la venta de la cerveza, a pesar de que en un principio, Qatar se encontraba reacio a permitir la venta de estas bebidas en sus estadios.
Qatar es un país donde el consumo del alcohol se encuentra muy restringido y solo está permitida su venta en ciertos hoteles, aunque durante la celebración de la Copa del Mundo, estas medidas se habían relajado llegando a un acuerdo, habilitando ‘fan zones’ y permitiendo su consumo en estadios durante las ‘horas felices’ a precios desorbitados.
La flexibilización de las restricciones permitían comprar cerveza dentro del perímetro del estadio solo cuando las puertas fueran abiertas, es decir, tres horas antes del comienzo del partido y cuando los aficionados salieran de este hasta una hora después de su finalización.
La agencia de noticias PA ha conectado con la FIFA y con el propietario de Budweiser, la empresa AB InBev: “Estamos trabajando con la FIFA para brindar la mejor experiencia posible a los aficionados. Nuestro enfoque es brindar la mejor experiencia posible al consumidor en las nuevas circunstancias”.
Aunque finalmente, a última hora, el país musulmán ha decidido dar un paso atrás en las medidas acordadas y prohibir así la venta de alcohol en los estadios, noticia que será comunicada a los aficionados antes del partido inaugural de Qatar-Ecuador.
El mayor afectado de estos nuevos cambios de planes es Budweiser, el principal patrocinador de la Copa del Mundo y sponsor de Leo Messi, que paga una cifra cercana a los 75 millones de euros a la FIFA cada cuatro años por sus derechos de otorgar su cerveza. Esto pondría en compromiso al máximo organismo del fútbol con la empresa cervecera, ya que podría exigir una indemnización millonaria al no respetarse el acuerdo y no poder vender sus productos en los estadios concretados.