La vinculación de Ansu Fati con el fútbol comenzó casi desde la cuna. Con seis años se trasladó junto a su familia a Herrera, donde comenzó a destacar en la Escuela de Fútbol Peloteros y en el CD Herrera, hasta que en 2010 el Sevilla FC decidió ficharlo para su cantera. Fue el año que España ganó el Mundial de Sudáfrica y el azulgrana, por aquella época, apenas tenía 8 años. Ahora, 12 años después de aquella proeza, circula una foto por redes sociales de Ansu Fati, con el chándal de la cantera sevillista y una réplica de la Copa del Mundo entre sus manos.
Una instantánea que bien pudiera ser premonitoria, ya que Luis Enrique apuesta por una “España infinita” para el Mundial de Qatar 2022. Probablemente ese chaval de 8 años, ni en sus mejores sueños podía imaginarse que poco más de una década después sería él el que tendría en sus botas el sueño de conseguir que España cosa una nueva estrella en su camiseta.
Tras pasar por la cantera nervionense, Ansu Fati fichó por el equipo alevín de FC Barcelona, donde sigue a día de hoy, y donde en 2019 firmó su primer contrato como profesional.
La relación de Ansu Fati con la Selección Española es un idilio de precocidad. El verano de 2020 fue convocado por primera vez por Luis Enrique para un partido de a Liga de Naciones frente a Alemania y Ucrania. Precisamente frente a los ucranianos anotó su primer gol con la elástica de España apuntándose un nuevo récord: el jugador más joven en la historia de la selección en marcar un gol con 17 años y 311 días, batiendo una marca que ostentaba Juan Errazquien desde el siglo pasado (1925).
Ahora mismo está inmerso en su primera Copa del Mundo, donde ha anotado su segundo gol a las órdenes de Luis Enrique en un amistoso frente a Jordania. El asturiano lleva dando la cara por él desde que hizo oficial su convocatoria para el Mundial de Qatar 2022, encarándose incluso con la prensa para que no lo trataran como “un jugador lesionado”. Ansu Fati es una de sus apuestas.
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La último de Lucho ha sido compararlo con Oliver y Benji, precisamente por las barbaridades de habilidad y desborde que hizo frente a Ucrania en la Liga de Naciones, donde acabó anotando un gol y provocando un penalti.