Francia y Argentina lucharán esta tarde por coronarse como nuevo campeón del mundo. Será un partido, a priori, igualado que desde España se verá con tranquilidad y sin demasiados favoritismos entre un país considerado hermano por muchos, Argentina, y el vecino, Francia. Es en esta selección donde hay un 'español' que aún puede ganar el Mundial de Qatar 2022, puesto que hay un futbolista al que le corre sangre española por sus venas, Este no es otro que Hugo Lloris, portero de la selección francesa.
La historia de Hugo Lloris con España se retrotrae a la Guerra Civil española, la cual ocurrió durante los años 30 del pasado siglo. Francisco Franco dio un golpe de estado contra la II República lo que desembocó en una cruenta Guerra Civil que arrasó el país de sur a norte. Los antepasados de Hugo Lloris, concretamente sus abuelos paternos, abandonaron nuestra país como refugiados de guerra cuando el bando nacional que lideraba Francisco Franco se impuso. Naturales de Barcelona, los abuelos de Hugo Lloris cruzaron los Pirineos para no vivir en una dictadura y se asentaron en el sur de Francia, donde nació, en 1986 en Niza, un Hugo Lloris que es ya una leyenda en la selección francesa.
Y es que Hugo Lloris es un portero que va a dejar una huella imborrable en Francia, el cancerbero con sangre española ha jugado 144 partidos con la camiseta del combinado nacional del país vecino, con el cual debutó en el años 2008 y ya ha sido campeón del mundo en Rusia 2018, pudiendo sumar ahora su segunda Copa del Mundo.
A sus 35 años, cumple 36 en unos días, Hugo Lloris está considerado como uno de los mejores porteros del mundo después de que lleve años como titular indiscutible en el Tottenham Hotspur de la Premier League de Inglaterra, con quien tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024, habiendo alcanzado una final de la UEFA Champions League que perdió contra el Liverpool como mayor mérito quedándose su palmarés de clubes algo escaso en proporción a su nivel y su rendimiento durante su carrera deportiva.
Con todo, Hugo Lloris ahora no piensa en el rendimiento de clubes, pues está totalmente centrado en conseguir su segunda Copa del Mundo dado que no se presenta muchas veces esta oportunidad y menos la de ganar dos veces un Mundial de fútbol de manera consecutiva y jugando como titular los dos encuentros decisivos.