Argentina respira en Qatar 2022. El equipo de Scaloni sacó adelante un partido tenso, con mucha presión para ambos equipos y en el que el equipo suramericano se apoyó en Messi para jugar la última jornada con grandes opciones de pasar como primera de grupo y evitar a un ogro en octavos. La primera parte fue para olvidar. Sin llegadas ni juego, México neutralizó lo poco que la Albiceleste propuso, pero todo cambió tras el descanso, Messi y Di María asumieron su responsabilidad y antes incluso de que Leo adelantara a su equipo a los veinte minutos ya había cercado el área de un México que no apareció y que tendrá que sufrir y depender de otros para seguir vivo en este Mundial.
- Así vivimos el Argentina - México, resumen, goles y resultado
El conjunto argentino comenzó eléctrico en un partido que sabía era de vida o muerte, pero el empuje le duró dos minutos. Justo los que necesitó México para demostrar que, con espacios y a la contra, podía crearle muchos problemas a su rival. Y, de hecho, así ocurría porque aunque Argentina acaparaba el balón, la sensación de peligro era más mexicana.
No obstante, lo que de verdad se veía sobre el terreno de juego era la gran tensión que este partido generaba en ambos equipos. Argentinos y mexicanos iban a límite, hubo varias acciones que rozaron la tarjeta, pero Orsato quiso contemporizar, sabedor de que si ponía el listón bajo se podía quedar solo. Hasta que el minuto 23, no pudo perdonar a un Araujo que rozó la expulsión con una entrada dura sobre Acuña en la que levantó la pierna. Por fortuna para el jugador del Sevilla, la bota del mexicano sólo impactó parcialmente en su pierna.
Hasta ese momento no había pasado nada. Argentina tenía en balón, pero ni se acercaba por el área rival y Messi tardó 25 minutos en dejarse ver y lo hizo para que su equipo se acercara por primera vez al área contraria, aunque la jugada acabó en fuera de juego de Montiel.
México, sin crear tampoco peligro real, al menos había amagado con las carreras de un incisivo Alexis Vega y del Hirving Lozano, que por ahora estaban siendo frenadas por sus rivales.
Treinta y cuatro minutos hubo que esperar para ver la primera ocasión, por llamarlo de alguna forma. Fue una falta lateral que Messi decidió lanzar directo a portería y solventó Ochoa con un despeje de puños.
Aún tuvo otra más clara Lautaro Martínez en el 40', pero su remate de cabeza, solo, salió muy alto. En su defensa habría que decir que no se esperaba el balón.
México respondió antes del descanso con un libre directo lejano que Alexis Vega lanzó a portería para que Emi Martínez detuviera con solvencia.
Demasiado poco para dos equipos que se jugaban la vida, pero que se conformaban con, al menos, no perder y llegar vivos a la última jornada.
Argentina salió con otra idea en la segunda mitad. Aunque el empate le hacía depender de sí misma en la última jornada, al menos tenía que levantar la moral de una afición muy dolida tras la primera derrota.
Seguía sin encontrar espacios en la tupida defensa mexicana, pero al menos tenía presencia continua. Messi había retrasado su posición y, en los diez primeros minutos, ya había participado más que en todo el primer acto. Di María, por su parte, había tomado la responsabilidad por banda y lo intentaba una y otra vez.
Messi avisó con una falta peligrosísima que lanzó muy arriba. A la segunda, no falló. Corría el minuto 64 cuando le llegó un balón en el borde del área y, sorprendentemente, se encontraba solo. El '10 no dudó, disparó ajustado al palo e hizo inútil la estirada de Ochoa.
La derrota obligó al Tata Martino a mover piezas y situó un equipo más ofensivo. Scaloni respondía con un cambio más defensivo que situaba una defensa con tres centrales. Sin embargo, eso no se transformó en un mayor dominio mexicano y, lejos de eso, con espacios, Messi y Julián Álvarez empezaron a aparecer y la sensación de peligro en el área mexicana creció.
La sentencia tuvo que esperar, pero finalmente llegó. A cuatro minutos del final, en un córner, Messi cedió sobre Enzo Fernández, que recortó en el pico del área y puso el balón en la escuadra más alejada. Un golazo que, aparte de confirmar la victoria, aumenta una diferencia goleadora que podría ser decisiva en la última jornada.
México lo intentó en los últimos minutos, pero sin frescura ni ideas, colgando balones que nunca tuvo problemas para sacarlos tanto la defensa como el portero argentinos.
Argentina: Emiliano Martinez; Gonzalo Montiel (Nahuel Molina 63'), Nicolas Otamendi, Lisandro Martinez, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Guido Rodriguez (Enzo Fernández 57'), Alexis MacAllister (Exequiel Palacios 69'); Lionel Messi, Ángel Di María (Cristian Romero 69') y Lautaro Martínez (Julián Álvarez 63').
México: Ochoa; Kevin Álvarez (Raúl Jiménez 66'), Néstor Araujo, César Montes, Héctor Moreno, Jesús Gallardo; Héctor Herrera, Andrés Guardado (Erick Gutierrez 42'), Luis Chávez; Hirving Lozano (Alvarado 73') y Alexis Vega (Uriel Antuna 66').
Goles: 1-0 (65') Messi; 2-0 (86') Enzo Martínez.
Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Amonestó a Araujo, Gutiérrez, Herrera y Alvarado por México y a Montiel por Argentina.
Incidencias: Lusail Iconic Stadium. 88.966 espectadores.