José Antonio Rivero
Croacia, vigente subcampeona mundial, acabó con el sueño de Brasil de lograr el 'hexacampeonato' al superar a la 'Canarinha' por 4-2 en la tanda de penaltis tras acabar el partido con empate a cero y la prórroga con empate a uno. Pese a llegar hasta los penaltis, ambos equipos dieron un gran espectáculo futbolístico durante 120 minutos.
El mismo guion tuvo el encuentro entre Argentina y Holanda. La 'Albiceleste' dejó escapar dos goles de ventaja, siendo empatada en la última acción del tiempo reglamentario (110') por los holandeses. Un doblete de Wout Weghorst hizo inútiles los tantos previos de Nahuel Molina y Lionel Messi de penalti. Durante la prórroga, ambos equipos fueron a por el partido, con ocasiones para los dos, mandando Enzo Fernández un balón al palo en el 120'. Al final, Argentina pasó a las semifinales y se medirá a Croacia por un puesto en la final. Pero si algo demostraron los dos partidos de cuartos de final es que el fútbol ha evolucionado y no hacen falta más de 1.000 pases en un partido para ganar, y mucho menos para dar espectáculo.
"Creo que en esto del futbol se ha llegado a un punto que hemos perdido el norte. Lo primero que deberían enseñar en el curso de entrenadores es que esto es un 'show', un espectáculo. Hay 50 mil o 100 mil personas viéndote en el estadio y varios millones en casa. Si vas a ver una obra de teatro y es aburrida, al final no habrá nadie en el teatro", esto decía Luis Enrique a finales de noviembre en uno de sus streamings.
"Pienso que esto es un show un espectáculo hay que demostrar a la gente que tienes ganas de jugar y hacer disfrutar a tus aficionados", continuó diciendo el ya exseleccionador español.
España dio 1.041 pases durante el partido ante Marruecos de octavos de final del Mundial, 273 durante la prórroga y el resto durante los 90 minutos de tiempo reglamentario. Durante ese tiempo disparó en 13 ocasiones, solo 1 a portería. La posesión española fue del 77%, aunque esos pases y ese dominio de la pelota fue estéril, sin crear nada de peligro.
Durante las dos primeras eliminatorias de cuartos de final, ambas decididas en los penaltis, ningún equipo supero los 720 pases en 120 minutos. En el Croacia-Brasil se intentaron 1411 pases, 711 de los croatas y 700 de Brasil. En el encuentro entre Holanda y Argentina se alcanzaron los 1264 pases, 667 de los europeos y 597 de los argentinos. Entre los dos partidos se vieron 6 goles y 48 disparos.
Las cuatro selecciones ofrecieron dos partidos extraordinarios, los "shows" que Luis Enrique pedía y pretendía dar. Ambos encuentros son un ejemplo claro de que el fútbol, como todo, es cambiante, y que actualmente el juego de pase y posesión, si introducirle verticalidad, es totalmente inservible. Esto deberá tenerlo muy presente Luis de la Fuente para no repetir errores del pasado.
