Jovan Stankovic, una leyenda del Mallorca, se ha visto obligado a renunciar, de momento, a su deseo de continuar en Son Moix con su carrera como entrenador y ha apostado por una nueva aventura en los banquillos después de dos experiencias en España en las filas del Águilas murciano y del San Fernando de Cádiz.
Como ya apuntó este diario hace varias semanas, el exfutbolista balcánico está afincado en Palma después de marcar una etapa en el club balear y se encontraba a la espera de que el Mallorca le abriera las puertas para integrar el cuerpo técnico del club, aunque fuera para la cantera, lo que él mismo consideraba complicado. "Si me llama el Mallorca voy andando. Estoy viviendo en Palma desde el verano y la idea es quedarme, aunque nunca se sabe. Entrar en el Mallorca es muy complicado", señaló Stankovic, que finalmente, poco después de estas palabras, ha encontrado un nuevo equipo sin salir de la isla.
En este sentido, ante la ausencia de una llamada del Mallorca después de estas declaraciones, al serbio le llegó la oportunidad de dirigir al CD Génova, un equipo de Primera Regional de Mallorca que pensó en él para tomar el mando. Stankovic dijo sí y se ha estrenado este mismo fin de semana con una abultada derrotada por 1-4 en su estadio, Es Nou Garroveral, contra a La Unión (1-4). Este debut se ha producido incluso antes de ser presentado como técnico, lo que se producirá este miércoles.
El técnico espera aportar su dilatada experiencia en el mundo fútbol para enderezar el rumbo del CD Génova y así abrirse las puertas de clubes de mayor categoría o llamar la atención del Mallorca para ingresar en sus escalafones inferiores.
Cabe recordar que Stankovic dejó una profunda huella en el club bermellón, en el que prácticamente desarrolló la totalidad de su carrera, con una primera etapa de 1995 a 2001, y una segunda que arrancó en la 03/04 y finalizó en 2006.
En total, Stankovic disputó 55 partidos, marcó 22 goles y brindó cuatro asistencias, acumulando la barbaridad de más de 11.000 minutos como bermellón, lo que le convirtió en un auténtico ídolo de la afición, que, posiblemente, vería con buenos ojos que el balcánico regresara al club con algún cargo merced a su compromiso con los bermellones hasta que colgó las botas. Por ahora, tratará de curtirse con el timón del humilde CD Génova.