El Mallorca atraviesa por un momento muy delicado lastrado por una preocupante sequía de victorias que le ha situado al borde del descenso, pues acumula siete jornadas sin ganar en las que ha sumado cuatro puntos de 21 posibles. Esta situación ha encendido las alarmas en el seno del club bermellón y ha puesto sobre la mesa el debate sobre la continuidad en el banquillo de Javier Aguirre ante la falta de reacción del equipo.
Como ya informó ESTADIO Deportivo, voces internas cuestionan la capacidad del mexicano para sacar adelante el proyecto, pero, sin embargo, fuentes próximas al club aseguran a este diario que todavía impera en la planta noble la confianza en el entrenador que los salvó la temporada anterior y que se ha tomado la decisión no unánime de mantenerle en el cargo por ahora a pesar de que son conscientes de que sería un momento perfecto para despedirle y poner el proyecto en manos de otro entrenador con tiempo por delante para inculcarle su filosofía.
Y es que el Mallorca no volverá a jugar un partido hasta el 25 de noviembre, contra el Atlético de Madrid, después de que se aplazara el encuentro contra el Cádiz del próximo fin de semana debido a la convocatoria de Muriqi para el choque entre Kosovo e Israel, que fue cambiado de fecha por el conflicto bélico. Por ende, un nuevo técnico habría disfrutado de más de dos semanas de entrenamientos para levantar al equipo, si bien en el club han apostado por prorrogar la fe en el azteca y, salvo giro mayúsculo, afronta el parón al frente.
Curiosamente, el aplazamiento del choque contra los gaditanos en Son Moix ha beneficiado en cierto modo al 'Vasco' Aguirre tanto en cuanto se trataba de una final que sí le podría haber costado el puesto. La directiva bermellona sí se planteaba seriamente su destitución en el caso de que tampoco lograra imponerse a los de Sergio González, pero la disputa de este duelo el 29 de noviembre ha propiciado que la cúpula le dé la oportunidad de revertir la situación durante este largo tiempo en el que no habrá competición oficial para los baleares.
Eso sí, este ultimátum volverá a estar en vigor en cuanto el balón ruede para los bermellones, no en el partido ante el Atlético de Madrid, en el que se considera lógico no sacar nada, pero sí en la visita del Cádiz. Aguirre sigue en el alambre pese a la decisión de la directiva de no despedirle ya.